El Museo Nacional Aeronáutico y del Espacio entregará al país, el próximo viernes 13 de julio, el primer avión que voló en la Antártica chilena, hace 65 años al mando del entonces teniente Arturo Parodi Aliste.

Este hito de la historia aeronáutica de nuestro país sucedió el 15 de febrero de 1947, y se está presentando este viernes en el marco de la celebración de los 68 años del Museo dependiente de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC).

El hidroavión Vought Sikorsky, fabricado en Estados Unidos, será presentado a las autoridades de Gobierno e institucionales durante la ceremonia de celebración de los 68 años de vida de dicho centro que rescata, restaura y preserva el patrimonio aeronáutico nacional.

Los especialistas del museo lograron restaurar hasta sus más mínimos detalles, incluyendo los instrumentos, su matrícula y la pintura original con la cual sobrevoló nuestro territorio antártico, desafiando turbulencias, ventiscas, temperaturas bajo cero, lluvia y agua nieve, barreras que, al igual que hoy, impone el continente helado.

Quienes volaron estos aviones ya no están, pero sus fieles máquinas se alzan en la actualidad como el testimonio vivo de vuelos en los que la adrenalina de los intrépidos pilotos bullía mientras superaban las borrascas australes, ignorando el quejido de las estructuras y haciendo oídos sordos al sentido de supervivencia.