Con el objetivo de mostrar la labor que lleva a cabo Coaniquem, un grupo de cinco estudiantes de la Escuela de Ingeniería Comercial de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso desarrolló el proyecto “Deja tu marca”, que contempló la realización de una serie de cuadros pintados con alegres colores que representarán lo que necesitan las vidas de estos niños mientras realizan su rehabilitación.

El cierre de la campaña se efectuó en una ceremonia realizada en el Museo Marítimo Nacional la que contó con la participación del vicepresidente de Coaniquem, Carlos Marín; la directora regional de esta institución, Pilar Llugany; el capitán de navío y director de la Academia Politécnica Naval, Pablo Lubascher; y el director general de Vinculación con el Medio de la PUCV, Orlando de la Vega, entre otros invitados.

Los cuadros fueron realizados por estudiantes de la Católica de Valparaíso, representantes de la Armada; residentes de Valparaíso y Viña del Mar, además de niños provenientes de diversos establecimientos educacionales de la región, quienes plasmaron con una serie de colores la importancia que tiene la rehabilitación en la vida de los niños.

“La gente que ayuda no conoce a los que están siendo ayudados. Hay menos involucramiento entre ambas partes, la gente no se siente partícipe de la rehabilitación. Nosotros quisimos hacer cuadros donde a través de mensajes se pueda expresar su apoyo y dejar su compromiso”, indicó Enmanuel Bravo, estudiante de la Escuela de Ingeniería Comercial de la PUCV.

El 60% de los infantes que sufren quemaduras en Chile tiene menos de cinco años. De acuerdo a cifras de la Corporación de Ayuda al Niño Quemado (Coaniquem), muchos terminan sus procesos de rehabilitación después de los 22 años. Es un proceso largo y costoso, donde en ocasiones los menores deben ser operados, asumiendo esta institución la totalidad de los gastos.

Por su parte, el director de la Academia Politécnica Naval, Pablo Lubascher, se mostró agradecido de la posibilidad que le dieron los alumnos de contribuir a sensibilizar a la sociedad sobre la ayuda que necesitan los niños quemados.

“Para la Marina siempre es importante apoyar a la comunidad en todos los aspectos. En esta ocasión específica fue muy bonito como un grupo de jóvenes y alumnos de la academia con su interés personal fueron creando esta obra que refleja la capacidad que tenemos todos de ayudar a la gente que lo necesita, mirando al mar. Estamos agradecidos de haber participado en esta loable iniciativa”, concluyó.
Finalmente, se hizo una entrega simbólica de los cuadros, que fueron donados a Coaniquem con el objetivo de que sean puestos en un centro de rehabilitación en Santiago.