El gobierno peruano prorrogó por 60 días el estado de emergencia en localidades de tres departamentos amazónicos por la presencia de columnas del remanente grupo guerrillero Sendero Luminoso, según un decreto publicado este sábado en la gaceta oficial.

Es la quinta prórroga de 60 días que decreta el Gobierno en tres departamentos tras el Decreto Supremo de emergencia del 13 de septiembre del 2011.

La decisión de prorrogar la medida “se debe a los desplazamientos continuos de remanentes de la organización Sendero Luminoso distribuidos en columnas terroristas en diversos sectores rurales del Huallaga (selva central), por lo que se requiere la presencia del Estado a través de la Policía”, señala la norma.

La emergencia fue declarada en los distritos de Cholón (provincia de Marañón), Monzón (provincia de Huamalíes) y en la provincia de Leoncio Prado, en el departamento de Huánuco.

Asimismo, en la provincia de Tocache del departamento de San Martín y en la provincia de Padre Abad, en el departamento de Ucayali.

Indica que en esos lugares además de la presencia de Sendero Luminoso, “hay un problemas de tráfico ilícito de drogas y sembríos ilegal de hoja de coca”.

Durante los 60 días que dure la medida la policía mantendrá el control del orden interno con apoyo de las fuerzas armadas.

“El estado de emergencia implica la suspensión de los derechos de libertad y seguridad personales, la inviolabilidad de domicilio y la libertad de reunión y de tránsito en el territorio”, precisó la norma.

En la zona del Huallaga la policía peruana ha dado duros golpes a los remanentes de Sendero Luminoso.

En febrero fue capturado el jefe de una de las facciones del grupo, Florindo Flores alias ‘camarada Artemio’, y en marzo en Alto de la Alianza, región Huánuco, a Walter Díaz Vega, considerado sucesor del detenido “Artemio”.

Sendero Luminoso, organización maoísta que fue desarticulada a mediados de la década pasada y cuyos principales líderes están presos purgando cadena perpetua, inició un conflicto interno en 1980 que al cabo de dos décadas dejó unos 70.000 muertos, según la Comisión de la Verdad y Reconciliación.

La región de la selva central es uno de los refugios de grupos remanentes de Sendero Luminoso. Otro grupo senderista actúa en el Valle de los Ríos Apurímac y Ene (VRAE), en la selva sudeste.