Cuando hablamos de niños, se nos vienen a la mente imágenes de pequeños corriendo alrededor, risas y juegos, por lo que se hace difícil detectar cuando un menor está estresado. Por lo tanto, es clave para todo padre aprender a conocer sus síntomas para combatirlo y disfrutar de hijos sanos y felices.
Según la psicóloga especialista en Psicologia Clínica de la Clínica Arga de Madrid, Concepción Etiens Cruzado, “el estrés infantil puede definirse como la falta de respuesta adecuada a las exigencias de la vida diaria”, que puede derivar de cambios positivos.
Generalmente, según agrega María Rodríguez, del Centro de estudios y Terapia del Comportamiento de San Sebastián, “está vinculado a cambios negativos, como el que puede producir la separación de los padres, la muerte de seres queridos, el cambio de profesor, el dentista, o alguna situación traumática”.
Los síntomas pueden comenzar a aparecer tempranamente “por el miedo a separarse de su madre cuando va a la guardería, entre los 2 ó 3 años, o más adelante, a medida que tiene que cumplir con más objetivos, como las exigencias en clase entre los 8 y 10 años”, asegura Etiens Cruzado.
Según recalca el portal español Eroski, hay que tener en cuenta que los niños no expresan su malestar con palabras, sino que lo hacen con reacciones físicas y emocionales, por lo que frecuentemente los padres no afrontan bien la situación o definitivamente la dejan pasar.

Shannon Pifko en Sxc.hu
Si sospechas que tu hijo puede estar en un momento de estrés, a continuación te damos a conocer cuáles son algunos de sus síntomas:
a.- Físicos:
Según Eroski, entre los más comunes se encuentran el dolor de cabeza, problemas para conciliar el sueño, pesadillas, orinarse (o hacerlo más seguido), dolor abdominal, mayor sensibilidad, entre otros.
b.- Emocionales:
El estrés puede ocasionar cuadros de ansiedad en el pequeño, que probablemente presentará además problemas para relajarse, una mayor sensibilidad irritándose más seguido, comportándose agresivamente o llorando ante cualquier situación conflictiva para él.
Incluso puede desarrollar un miedo a la oscuridad, a estar solo o a la muerte.
De acuerdo a lo recomendado por el Centro de Bienestar y Psicoterapia (CBP) Psicólogos, de Madrid, cuando estas situaciones afectan a los niños, los padres deben estar presentes en todo momento, para entender por lo que están pasando y buscar juntos una solución, pues de necesitar terapia, ésta en ocasiones involucra a su familia.
El tratamiento al que será sometido considera diversas técnicas dependiendo del nivel de estrés, el que puede incluir relajación, autoinstrucciones y/o una reestructuración cognitiva, donde el psicólogo busca la causa e intenta conseguir soluciones.
Ante una situación de estrés infantil, el portal Eroski recomienda a los padres que intenten pasar momentos de relajo, tranquilos y en un hogar donde se sientan a gusto sus hijos, junto con alentarlos a que pregunten las dudas que tengan y a que den a conocer sus preocupaciones.
Así también aconseja que nunca se les critique cuando éste se expresa, ayudarlo con su autoestima, informarle sobre cambios que se realizan o se realizarán en el hogar, entre otros.
El CBP enfatiza en que el estrés en niños es superable, así que no te aflijas si sospechas que tu hijo está pasando por un momento como éste… sólo debes estar preparada para afrontarlo con él.
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