La justicia española admitió a trámite este miércoles una querella presentada contra Rodrigo Rato, expresidente de Bankia, cuyo histórico plan de rescate de 23.500 millones de euros precipitó la crisis bancaria española.

En las últimas semanas varias agrupaciones habían presentado un total de cuatro querellas contra Bankia y sus dirigentes: el grupo de extrema derecha Manos Limpias; el partido centrista Unión, Progreso y Democracia (UPyD); el colectivo Democracia Real Ya y el movimiento de los “indignados”.

La de UPyD fue la querella admitida este miércoles por la Audiencia Nacional (la principal instancia judicial española) contra Bankia, su matriz Banco Financiero y de Ahorros (BFA), Rodrigo Rato y otros 32 responsables de la entidad, nacida de la unión de siete cajas de ahorro.

Se les imputan los delitos de “estafa”, “apropiación indebida”, “falsificación de cuentas anuales”, “administración fraudulenta y desleal” y “maquinación para alterar el precio de las cosas”, según la decisión de la Audiencia Nacional, de la que la AFP obtuvo una copia.

La Fiscalía Anticorrupción había abierto ya una investigación preliminar sobre posibles fraudes en torno a la creación de Bankia y a su entrada en Bolsa en julio de 2011.

Rodrigo Rato, que fue ministro de Economía español entre 1996 y 2004 y director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) hasta 2007, dimitió el pasado 7 de mayo de la presidencia de Bankia, poco antes de que se anunciara un plan de rescate sin precedentes para la entidad, la mayor unión de cajas de ahorro del país.

Este anuncio motivó unas semanas más tarde la decisión de la zona euro de conceder una ayuda de hasta 100.000 millones de euros a la banca española, debilitada desde el estallido de la burbuja inmobiliaria, en 2008.

Las negociaciones sobre el monto exacto y las condiciones de esta ayuda serán debatidas en la próxima reunión del Eurogrupo, el 9 de julio.