El conservador Partido Acción Nacional (PAN), que ostenta el poder en México desde 2000, reconoció este lunes una derrota “mayúscula” en la elección del domingo, en la que quedó tercero en la lucha por la presidencia, perdió la mayoría en el Senado y el importante estado de Jalisco.
“Es una derrota mayúscula en el terreno electoral que nos obliga a reflexionar, a revisar qué es lo que hemos hecho, qué nos ha alejado de la confianza de los ciudadanos”, dijo el dirigente nacional del partido, Gustavo Madero, en declaraciones a la radio MVS.
Según los primeros resultados oficiales, basados en una amplia muestra representativa de centros de votación, la candidata del PAN, Josefina Vázquez Mota, logró entre 25,1% y 26,03% de los votos, unos 12 puntos menos que el ganador de la contienda, Enrique Peña Nieto, del PRI, y a cinco del aspirante de la izquierda, Andrés Manuel López Obrador.
Así, volverá al poder el Partido Revolucionario Institucional (PRI), que gobernó el país durante siete décadas ininterrumpidas y que fue expulsado en 2000 precisamente por el PAN, que encabezó el Ejecutivo dos mandatos consecutivos: Vicente Fox (2000-2006) y Felipe Calderón (2006-2012).
“Como partido en el Gobierno no hemos logrado que este anhelado proyecto de la transición democrática llegue a la otra orilla del puerto y ser un país que tenga un sistema ya a prueba de balas”, reconoció Madero.
El PAN, que tenía mayoría simple en el Senado, será relegado por el PRI a la segunda fuerza en esa cámara y en la de Diputados dejará de ser la segunda bancada para ser la tercera, al ser rebasado por la izquierda.
Además, perdió dos de los tres estados que ostentaba y que eligieron el domingo nuevo gobernador, incluido el de Jalisco (oeste), uno de los más importantes del país y de gran importancia simbólica para Acción Nacional.
Germán Martínez, dirigente nacional del PAN entre 2007 y 2009 y ministro de la Función Pública en el primer año del gobierno de Calderón, publicó este lunes un editorial en el diario Reforma muy crítico con la campaña electoral y el desempeño en el poder de su partido.
“El PAN deberá admitir las pocas banderas ondeadas en esta batalla electoral”, dijo Martínez, que consideró la derrota como “un desastre” y un “naufragio sin atenuantes”.
Además, aseguró que su formación política traicionó “en muchas ocasiones a la enorme bandera de la libertad” y que el gobierno de Calderón “nunca supo comunicar” ni “cacareó el huevo de grandes logros económicos”.
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