El diario deportivo francés L’Equipe dio detalles este jueves sobre la discusión tras la derrota de los Bleus el martes ante Suecia (2-0) en Kiev, afirmando que Hatem Ben Arfa dijo al seleccionador Laurent Blanc que podía enviarlo a casa si no estaba satisfecho con él.

Ben Arfa estaría enfadado por haber sido sustituido en el 59 por Florent Malouda, que el miércoles había hablado abiertamente de los “demonios del pasado”, recordando los conflictos internos que vivió el equipo en el Mundial de Sudáfrica-2010.

Según L’Equipe, el jugador de 25 años, convocado tras su gran temporada en el Newcastle inglés, estaba en el vestuario ocupado con su teléfono y Blanc se lo reprochó.

“Hatem, no tienes por qué llamar a tu familia cuando estás aquí”, habría dicho el seleccionador francés, según el periódico deportivo.

Ben Arfa ya tuvo problemas en el pasado con otros entrenador, como Didider Deschamps en el Marsella, lo que contribuyó a su traspaso al Newcastle.

El jugador de origen tunecino respondió a Blanc, reprochándole haberle sustituido cuando había otros jugadores que estaban jugando peor que él. En su enfado, habría llegado a decirle al técnico que le expulsara de la concentración si no estaba contento con él.

El diario francés señal que fue Alou Diarra quien “encendió la mecha” al entrar al vestuario muy enfadado, diciendo a algunos compañeros que no era normal la relajación con la que habían jugado.

Los ánimos se habrían ido calentando, hasta el punto de que Samir Nasri habría intervenido para pedirle a Diarra que “por lo menos fuera educado” al referirse a otros jugadores de los Bleus.

Francia, pese a la derrota, se clasificó para los cuartos de final de la Eurocopa, aunque como segundo del grupo D, lo que les obliga a jugar en cuartos de final, el sábado en Donetsk, contra España, que ganó la llave C.

La noticia de la discusión fue avanzada por Olivier Giroud tras el partido y el miércoles varios integrantes del equipo, confirmaron que hubo una discusión, aunque los ánimos se habrían calmado “después de una buena ducha”, según Blanc.

Por su parte, el entrenador adjunto de la selección francesa Alain Borghossian declaró el jueves que el altercado del martes no era “comparable” a lo vivido en el Mundial-2010, donde Nicolas Anelka fue expulsado por insultar al entonces seleccionador Raymond Domenech, lo que motivó una huelga de entrenamiento de los jugadores.

“No es en absoluto comparable. Hubo algunos intercambios (verbales), pero son normales en un vestuario. Sería peor que no hubiera habido nada (después de una derrota así)”, explicó.

“Hubo altercados entre los jugadores, pero es normal. Lo contrario no lo hubiera sido. Nos hemos dicho cosas, es como en un pareja”, apuntó, intentando subrayar que hablar las cosas sirve para superarlas.

“Luego se dieron la mano”, indicó.