El docente de la sede Viña del Mar de la Universidad Santa María, Mauricio Galeas, analizó las causas por las cuales se produjeron los desplazamientos de terreno y derrumbes de viviendas tras las lluvias del pasado fin de semana.

Para explicar en detalle esta situación, Galeas, quien también es el jefe de la carrera de Técnico Universitario en Construcción de dicha casa de estudios, sostuvo que son variados los factores que pueden generar que un terreno se desmorone tras las lluvias en exceso, provocando graves problemas para quienes tienen sus casas construidas en dichos lugares.

En primer lugar, la calidad de los terrenos en que se construye es uno de los principales factores que influyen en que se pueda generar un socavón.

“Normalmente son suelos malos en cuanto a calidad. Los limos, terrenos orgánicos de relleno mal compactados, son ejemplos de lugares no aptos para construir y de acuerdo a eso, si viene una corriente de agua esos terrenos se empiezan a socavar”, expresó.

Asimismo, el experto indicó que para evitar este tipo de situaciones, en el caso de las construcciones realizadas en cerros, es de suma importancia contar con muros de contención diseñados por profesionales especialistas en la materia, que sean de los materiales adecuados y que la metodología constructiva sea la que corresponde de acuerdo al estudio de suelos.

“Estos deben ser en lo posible en hormigón o piedra, de tal forma que resista el esfuerzo que se va a producir en un momento determinado por la inclinación natural que tiene el terreno, y el peso propio más el agua que absorbe”, detalló.

“Muchos habitantes cuando empiezan a construir realizan cortes verticales en el terreno, lo que modifica la pendiente natural, y al no contar con un buen muro de contención, sumado a que el suelo absorbe el agua lluvia, produce el deslizamiento de la tierra, ya que este toma su pendiente natural”, detalló Galeas.

Para finalizar, el docente añadió que antes de construir en cerros o quebradas es recomendable “hacer los estudios del comportamiento de la evacuación de aguas lluvias en años donde se han producido lluvias torrenciales de gran magnitud para determinar cómo se comportará el terreno”.

“A veces se construye en lugares donde se produce la evacuación natural de las aguas, lo que produce que ésta tome el cauce natural, lo cual hace que arrastre todo lo que está a su paso. Otra alternativa es observar las posibles fallas que puedan haber en terrenos aledaños producto de lluvias de años anteriores”, concluyó.