Los mercados presionaban este lunes a España, empujada al límite con sus bonos a diez años por encima del 7%, a la espera de conocer más sobre el rescate a sus bancos, sin que las elecciones griegas hayan servido para aliviar una situación que analizarán los líderes mundiales en México.

La victoria el domingo en Grecia de los partidos favorables a las reformas y a mantener al país dentro del euro sólo calmó fugazmente a los mercados.

“El resultado de las elecciones griegas, lo que te permite es eliminar el escenario extremo, el escenario de una salida desordenada de Grecia”, dijo a AFP Natalia Aguirre, directora de análisis de la sociedad Renta 4.

Pero las incertidumbres que afectaban a los mercados se mantienen, especialmente en cuanto al plan de rescate para los bancos españoles o a una mayor acción de Europa, algo que pedirán este lunes y martes los líderes del G20 de potencias industrializadas y emergentes, reunido en Los Cabos (México), a sus miembros europeos.

La bolsa de Madrid, que había empezado la jornada al alza, perdía a las 12H40 locales (06:40 en Chile) un 1,36%, siendo la única europea en registrar pérdidas junto con la italiana, mientras que la prima de riesgo (sobrecoste que paga España para financiarse a diez años con respecto a Alemania) ha llegado a superar los 570 puntos básicos pagando más de un 7% de interés.

Unos números que acercan a España a niveles en que otros países fueron rescatados, aunque por el momento los analistas no lo ven como un peligro inminente.

“Continuamos defendiendo como desenlace más probable la supervivencia del Euro, el no impago de España ni la asistencia global al conjunto de la economía”, aseguran los analistas del banco Bankinter.

“Yo, sinceramente, no lo espero ni lo creo (un rescate soberano) porque el Estado español, el soberano, está yendo a los mercados”, afirmó el vicepresidente de la Comisión Europea, Joaquín Almunia.

“Pero no se han despejado las condiciones del rescate europeo a la banca española”, recuerda Federico Steinberg, investigador principal de Economía del Instituto Elcano.

España llegó a un acuerdo el 9 de junio con la Eurozona para una ayuda de hasta 100.000 millones de euros para sanear su sector financiero, debilitado tras el estallido de la burbuja inmobiliaria en 2008.

Madrid tiene aún que concretar el monto exacto, para lo que espera el resultado de las auditorías encargadas a las consultoras Roland Berger y Oliver Wyman, cuyos resultados se esperan para el miércoles a más tardar.

El FMI cifró en unos 40.000 millones de euros las necesidades de capital de los bancos españoles, mientras que “el mercado habla de entre 60.000 y 70.000 millones, eso significaría que hay colchón”, dice Aguirre, aunque quedarían por dilucidar “plazos, costes”.

“Estamos esperando (en esta cumbre) a que Europa nos diga qué es lo que va a hacer”, resumió el domingo el presidente saliente del Banco Mundial (BM), Robert Zoellick, en un acto con empresarios.

“Lo que vamos a trasladar es un mensaje de confianza en el euro”, dijo el jefe del gobierno español, Mariano Rajoy, a su llegada a Los Cabos, asegurando que “yo apostaré por la integración fiscal y la unión bancaria”.

Y es que, como concluyen los analistas de Bankinter, “esta crisis no terminará cuando Alemania acceda a corresponsabilizarse de las deudas de sus socios, sino cuando se acuerden las reglas para cerrar la unión política. Eso es lo que está en juego este verano”.