El anfitrión Polonia se despidió este sábado en Breslavia de su Eurocopa-2012 al caer 1-0 ante la República Checa, que se clasificó a cuartos de final como primero de grupo, por delante de Grecia, vencedor 1-0 de Rusia en Varsovia, en el cierre del grupo A.

El checos se impusieron con tanto del volante del Wolfsburgo Petr Jiracek (72), tras un contragolpe fulminante que manejó Milan Baros.

Con estos resultados, los checos, que habían debutado con un duro tropiezo ante Rusia (4-1), enderezaron su recorrido hasta cuartos con una victoria corta 2-1 ante Grecia y el crucial triunfo de este sábado.

En cambio, Polonia, tercera en el Mundial de Alemania-1974 y España-1982, desperdició su oportunidad de meterse en la conversación grande pues un triunfo la hubiera depositado en la siguiente fase, tras los sendos empates 1-1 contra los helenos y los rusos.

República Checa, finalista del Europeo de Inglaterra-1996 y semifinalista en Portugal-2004, ganó la llave con seis unidades, seguido por Grecia con cuatro. Rusia también cosechó cuatro puntos pero quedó fuera por haber perdido con los helenos (1-0) este sábado, mientras Polonia cerró la tabla con dos puntos.

En cuartos de final, el próximo jueves, República Checa jugará en Varsovia ante el segundo del grupo B, que puede ser Alemania, Portugal, Dinamarca u Holanda, aunque los germanos apunta a primeros de llave, lo que les depararía un cruce con Grecia en la siguiente fase, el viernes en Gdansk.

Si bien el primer aviso lo dieron los checos con un remate pifiado del ‘Serrucho’ Jaroslav Pilar (3), prácticamente fue la única vez que los checos se acercaron con peligro en el primer capítulo a los palos de Przemyslaw Tyton, que se terminó quedando con el puesto del titular Wojciech Szczesny.

Polonia después fue una maquinita que puso sobre las cuerdas en los primeros 20 minutos a Petr Cech, pero la falta de puntería le impidió gritar gol. El capitán Jakub Blaszczykowski sacó la primera lanza (7) y el artillero Robert Lewandowski (10) erró al marco cuando enfrentaba cara a cara a Cech.

Bajo una lluvia copiosa que hacía las imágenes épicas, el once local apuraba pero perdonaba. El defensa Sebastian Boenisch metió un zurdazo desviado (13) y envalentonado un duro disparo desde 30 metros que salió junto al palo (21).

Los checos aguantaron la tormenta y la tenacidad del juego polaco se fue desinflando, incluso hasta para darle una chance al activo Pilar (41), quien se las arregló solo para complicar a todo el fondo polaco, frente al “invisible” Baros y extrañando la ausencia del lesionado Tomas Rosicky.

Hasta ahí los checos hacían negocio, pero en el descuento del primer tiempo en Varsovia llegó una noticia que cambió el guión: gol del griego Giorgos Karagounis. El 1-0 de Grecia ante Rusia eliminaba también a los checos, obligados en la segunda parte a buscar el triunfo.

Paradójicamente, el ese segundo capítulo se jugó a bajo ritmo, con República Checa más bien esperando la ayuda rusa que corriendo tras su propio destino.

Un cabezazo de Tomas Sivok (64) con paradón de Tyton fue lo más claro. ¿Polonia? El canto de sus hinchas, que lentamente se iban apagando con el correr de los minutos, ante un equipo que no envíaba mensajes positivos, como si hubiera dado todo en los primeros veinte sin éxito.

Pero como en Varsovia todo seguía igual, el DT checo Michal Bilek empezó a adelantar su tropa, aunque el daño lo hizo de contraataque. Tomas Hubschman arrancó una contra fulminante que manejó Baros, hasta asistir a un Jiracek (72) que entró al área, se quitó un hombre de encima y la cruzó de derecha.

El final con susto, porque casi empatan Polonia, desató el festejo checo, que ratificó una estadística: desde que se separaron de Eslovaquia, que formó un país independiente, nunca perdieron ante los polacos.

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