La presidenta argentina Cristina Kirchner buscó el viernes en Nueva York reconciliarse con los inversores que miran de reojo a su país tras la expropiación de la petrolera YPF, luego de su intervención la víspera en la ONU para reclamar la soberanía de Malvinas.

Ante responsables de la petrolera Chevron, la farmacéutica Pfizer o el gigante agroquímico Monsanto, entre otros, reunidos en un almuerzo en el Consejo de las Américas, Kirchner justificó la medida tomada en abril pasado contra la española Repsol y dijo que su gobierno eligió el “camino más difícil”.

“No fue una expropiación que hubiéramos deseado hacer. Simplemente por primera vez en Argentina en los últimos 17 años habíamos tenido un déficit hidrocarburífero de más de 3.000 millones que nos comía parte de nuestro excelente superávit comercial”, explicó.

“Hemos elegido el camino más difícil. Solamente tomar lo que nos permite el control de la compañía y seguir en la Bolsa de Nueva York, lo cual nos obliga a controles societarios muy importantes por parte de la Comisión Nacional de Valores de nuestro país y por parte de la SEC (regulador bursátil) acá en Estados Unidos”, agregó.

En ese marco, Kirchner destacó como una “buena noticia” el anuncio el jueves de que el multimillonario mexicano Carlos Slim adquirió un 8,4% del paquete accionario de YPF.

La mandataria anticipó además que YPF estará organizando próximamente un “road show” internacional para “hacer una oferta de los modelos de negocios que puede tener el mundo petrolero y los servicios petroleros con la empresa más importante de Argentina”.

Durante su discurso, Kirchner recordó la “larga tradición con Estados Unidos”, segundo inversor en Argentina, y señaló que “el 60% de las 100 empresas estadounidenses más importantes tienen actividades”.

Pero también pidió apertura para productos argentinos que no pueden ingresar en Estados Unidos, como la carne y los limones, vedados desde hace años a raíz de cuestiones fitosanitarias: “Nadie puede dudar de las vacas argentinas”, lanzó en referencia a la reconocida excelencia de su país en ese sector.

Kirchner pasó revista a los números de crecimiento de Argentina en los últimos años y destacó que su país está pagando su deuda y bonos en fecha “sin acceso a los mercados capitales, sino con dólares genuinos”.

“Nuestros dólares son los dólares más genuinos porque son obtenidos de nuestro intercambio comercial”, dijo, en medio de la polémica en su país por los controles cambiarios que motivaron preguntas de parte de algunos empresarios presentes en el almuerzo.

En cuanto a inversiones concretas, Kirchner se reunió el viernes con responsables de Monsanto, que anunció una inversión de 150 millones de dólares con una nueva semilla transgénica de maíz en la provincia de Córdoba (centro), así como la instalación de dos centros de investigación y desarrollo.

La presidenta argentina llegó el jueves a Nueva York en el marco de una gira que seguirá el lunes y martes próximos en Los Cabos (México) con la cumbre del G20.