El presidente Sebastián Piñera, junto con los ministros de Hacienda Felipe Larraín y de Desarrollo Social, Joaquín Lavín, promulgaron el bono solidario de alimentos, el que fue anunciado durante su cuenta pública ante el Congreso Nacional el pasado 21 de mayo.

En una sede vecinal de Estación Central, el mandatario destacó que el Congreso aprobó la iniciativa “en forma muy rápida y con un tremendo acuerdo, y esto se los agradezco muy sinceramente a los parlamentarios”.

Asimismo, resaltó la necesidad de entregar este aporte, porque “uno ve cómo ha subido el precio del pan, de la carne, de los zapallos, de la verdura, de la leche, y uno se da cuenta que eso significa un problema muy grande para muchos hogares en nuestro país”.

El bono se entregará a 1.900.000 familias, esto es, aproximadamente 7 millones de personas, incluyendo a 2,7 millones de menores de edad, con un costo total de la medida de 99 mil 506 millones de pesos.

Tendrá una base de 40 mil pesos, más un extra de 7.500 pesos por cada hijo menor de 18 años. Así, por ejemplo, una familia sin hijos (350 mil) recibirá sólo los 40 mil pesos basales, mientras que otra con dos (549 mil) percibirá 55 mil pesos.

Para recibir el beneficio, será necesario que se tenga una ficha de protección social vigente, aunque no se requerirá de un puntaje específico. Además, se exigirá que, al menos, un integrante sea beneficiario de la Asignación Social (con registro al 31 de marzo de 2012); de la Asignación Familiar o Familiar Maternal (con tope de ingreso en los 480 mil 162 pesos y con registro al 31 de diciembre de 2011); o del Subsidio Único Familiar (con registro al 31 de diciembre del año pasado).