Tres manifestantes detenidos el miércoles fueron acusados de terrorismo por planear un atentado contra el cuartel general de campaña del presidente Barack Obama en Chicago durante manifestaciones contra la cumbre de la OTAN, informó el sábado una fuente judicial.

“Los individuos que inculpamos no son manifestantes pacíficos. Se trata de terroristas internos”, subrayó el sábado ante la prensa la fiscal Anita Alvarez, indicando que “entre sus blancos figuraban la sede de campaña del presidente Barack Obama y la casa del alcalde (de Chicago) Rahm Emanuel”.

Los abogados de las tres personas, arrestadas el miércoles durante allanamientos a sus domicilios, afirmaron que sus clientes eran “inocentes” y víctimas de un “montaje” de la policía para desacreditar al movimiento de protesta.

La fiscal y la policía afirman tener en su poder numerosas pruebas de que los “autoproclamados anarquistas” fabricaban cócteles Molotov y proyectaban desórdenes al margen de la cumbre de la OTAN en Chicago, este domingo y lunes.

Aseguraron igualmente que planeaban atentados contra cuatro puestos de policía, y que uno de los acusados habría dicho: ¿”Vieron alguna vez a un policía incendiado?”, según sostuvo Álvarez.

La policía de Chicago dispuso fuertes medidas de seguridad en el centro de la ciudad en previsión de manifestaciones contra la cumbre de la alianza atlántica, especialmente el domingo por la tarde.

Garry McCarthy, un alto funcionario policial, insistió en que no había “amenazas inminentes”, pero no quiso precisar si se habían producido otras detenciones de gente presuntamente vinculada a los planes de atentados.

“La investigación no está cerrada”, pero “esta etapa debía tener lugar, visto el peligro que representaban estos jóvenes”, agregó.

Los tres detenidos son Brian Church, de 22 años y originario de Fort Lauderdale (Florida, sudeste), Jared Chase, 27 y nacido en Keene (New Hampshire, noreste) y Brent Betterly, de 24 años y proveniente de Massachusetts (noreste).

Varias manifestaciones contra la reunión de la OTAN ya tuvieron lugar en Chicago y 14 personas fueron detenidas, la mayoría de ellas por delitos menores.