El destacado intelectual Carlos Fuentes, autor de una veintena de novelas, falleció hoy martes a los 83 años de edad. “Murió en su México” dijo Consuelo Saizar, presidenta del Conaculta y ex Directora General del Fondo de Cultura Económica (FCE).

Carlos Fuentes, nacido en Panamá, fue uno de los principales exponentes de la narrativa mexicana y del llamado boom de la novela latinoamericana. Debido al trabajo diplomático de su padre, creció en diferentes ciudades del mundo, entre las que se encuentran Washington, Buenos Aires y Santiago de Chile. A los 16 años se asentó por fin en México y dio inicio a su fructífera carrera literaria.

Estudió derecho en la UNAM en 1956, donde fundó la revista Medio Siglo y, en ese mismo año, fue becario del Centro Mexicano de Escritores. Completó sus estudios superiores en Ginebra, en el Instituto de Altos Estudios Internacionales. Ya en 1955 había fundado, junto con Emmanuel Carballo y Octavio Paz, la Revista Mexicana de Literatura, que dirigió de 1955 a 1958. En 1959, al lado de Jaime García Terrés y Luis Villoro, creó la revista política El Observador.

Entre los reconocimientos a los que se ha hecho acreedor se cuentan los siguientes premios: Biblioteca Breve (1967), Xavier Villaurrutia (1976), Rómulo Gallegos (1977), Internacional Alfonso Reyes (1979), Nacional de Literatura de México (1984), Miguel de Cervantes (1987), Príncipe de Asturias de las Letras (1994) y la Legión de Honor del gobierno francés (1992, 2003).

Su vasta obra, traducida a varios idiomas, abarca novela, ensayo, cuento, teatro, guión cinematográfico y análisis político. Entre ellas se encuentran las novelas La región más transparente (1958), La muerte de Artemio Cruz (1962), Cambio de piel (1967), Terra Nostra (1975) y La silla del águila (2003). Entre su trabajo ensayístico se destacan libros fundamentales como El espejo enterrado (1992) y Geografía de la novela (1993). Algunas de sus más recientes obras son Contra Bush (2004), Cuerpos y ofrendas (2004), Inquieta compañía (2004), Los 68. París-Praga-México (2005) y Todas las familias felices (2006).

El Fondo de Cultura Económica ha editado gran parte de su obra, en la que se encuentran Las buenas conciencias (1959), Gringo viejo (1985), Cristóbal Nonato (1987), El espejo enterrado (1992), Tres discursos para dos aldeas (1993), Geografía de la novela (1993), Los hijos del conquistador (2002), Viendo visiones (2003) y La región más transparente (2006). También ha editado Obras reunidas I. Fundaciones Mexicanas (2007) y Obras reunidas II. Capital mexicana (2007) en el marco del proyecto de edición de sus obras reunidas en doce tomos.