Más de 1.000 presos palestinos llegaron a un acuerdo con Israel para poner fin a su huelga de hambre, una vez satisfechas sus tres principales reivindicaciones, informaron fuentes israelíes y palestinas este lunes.

Israel aceptó suspender la detención administrativa (que permite la encarcelación sin acusación formal ni juicio por periodos de seis meses renovables indefinidamente) y el aislamiento carcelario y autorizar las visitas a presos originarios de Gaza.

A cambio, los detenidos se comprometieron a no brindar ningún “apoyo efectivo al terrorismo”.

Entre un tercio y la mitad de los casi 4.700 detenidos palestinos de Israel (incluidos más de 310 en detención administrativa) estaban en huelga de hambre, siete de ellos desde hace más de un mes y medio, según la administración penitenciaria, fuentes palestinas y organizaciones humanitarias.

“Todos los movimientos palestinos firmaron un acuerdo para poner fin a la huelga de hambre”, dijo a la AFP Qadura Fares, responsable del llamado Club de prisioneros palestinos.

“Un alto funcionario militar egipcio participó” en las negociaciones, puntualizó.

En un comunicado, una portavoz de los servicios penitenciarios israelíes confirmó esta noticia. “Este acuerdo ha sido concluido tras los contactos de los últimos días”, expresó.

Los servicios de inteligencia internos israelíes (Shin Bet), afirmaron en un comunicado que “todos los detenidos administrativos suspendían la huelga de hambre”. Entre estos detenidos, se encuentran los dos que habían iniciado la huelga hace más tiempo (76 días).

“Todos los detenidos administrativos serán liberados cuando acabe su período de detención, salvo que se presenten nuevas pruebas contra ellos”, agregó el Shin Bet.

Los representantes de los detenidos firmaron un texto en el que los presos se comprometen a “abstenerse de toda actividad que constituya un apoyo efectivo al terrorismo”, recalcó.

El acuerdo contiene una cláusula de anulación en caso de que haya “actividades contra la seguridad dentro de las cárceles o se reanuden huelgas”, añadió.

Por su parte, Hanan Ashraui, dirigente de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), saludó la “victoria de los huelguistas de hambre”, estimando que la misma demostraba que “la resistencia no violenta es un instrumento esencial en nuestra lucha por la libertad”.

Por último, Mark Regev, portavoz del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, afirmó que Israel había negociado “el cese de la huelga de hambre”, “como respuesta al pedido del presidente Mahmud Abas”.

Regev dijo “esperar que este gesto sirva para establecer la confianza entre las partes y llevar a la paz”.

El sábado, Abas había pedido a Israel que libere a los prisioneros palestinos en huelga de hambre, en especial a los encarcelados antes de los acuerdos de Oslo de 1993.

El domingo, el presidente palestino declaró que “la situación de los presos es sumamente peligrosa. Algunos de ellos corren riesgos de tener lesiones muy graves, lo cual sería un desastre nacional que nadie podría tolerar”, añadió.