Estamos en el Festival de Cannes porque este es el evento cinematográfico más importante del mundo. Porque es la fiesta que convoca a los grandes productores del cine y a los autores más personales y enigmáticos en los adecuados contextos de negocios y respeto artístico. Porque es la plataforma de donde salen las películas que dominan cada temporada, y el lugar donde el periodismo y la critica tienen la visión completa de las tendencias que cruzan las pantallas del mundo.

En esta versión número 65, Cannes es, más que nunca, el epicentro del quehacer de cine mundial debido a que de su edición de 2011 surgió el filme francés ‘The Artist’, que dio el golpe a la cátedra en la premiación de los Oscar en febrero pasado.

Fue un auténtico batacazo, que confirmó que el festival de la Costa Azul es el que lleva hoy el liderazgo a la hora de evaluar y juzgar lo que se produce la influyente industria audiovisual global. Este 2012, muchos tendrán sus ojos muy fijos en la gran pantalla del Theatre Lumiére para descubrir, antes que nadie, esa cinta que dará que hablar durante todo el resto del año.

La relevancia de Cannes a la hora de sentenciar anualmente cuales son las películas más valiosas de la producción mundial es indiscutible desde fines de la década de los 50. Más precisamente, desde que en 1959 un joven François Truffaut gana allí el premio a la mejor dirección con ‘Los 400 golpes’ e instala los conceptos de los Nueva Ola Francesa como las claves de la renovación de lenguaje del cine.

A partir de ese momento, Cannes ha acompañado, dictado y consagrado los grandes giros y tendencias de la cinematografía mundial. En los ’60 consagra el cine pop, la política de los autores y los filmes críticos con el sistema; en los ’70, llega el nuevo cine de Italia y los Estados Unidos triunfa con ‘Taxi Driver’ y ‘Apocalipsis ahora’, en los ’80, autores como Eastwood, Tarkovski y Kusturica conviven con cintas sobreapreciadas como ‘La misión’ y ‘Pelle, el conquistador’, y los ’90 celebran la llegada de David Lynch, la guerrilla Dogma y Tarantino.

René Naranjo

René Naranjo

Hoy, en el globalizado siglo XXI, Cannes es la única cita que convoca a todo el planeta del cine. No sólo es el festival que perfila los nuevos rumbos del cine como arte; también acoge a las grandes estrellas de Hollywood, un multitudinario mercado de película venidas de los cinco continentes, secciones de atractiva variedad como la Quincena de Realizadores y la Semana de la Crítica, decenas de jóvenes directores en instancias como la CinéFondation el Short Film Corner, se ocupa del patrimonio del cine a través del ciclo Cannes Classic y de los nuevos talentos de afloran desde lugares inesperados.

Es así como el cine chileno, como otras cinematografías emergentes, gana cada vez más presencia en el Festival. En esta edición 2012, nuestro país tiene como portaestandartes dos esperados filmes: ‘No’, de Pablo Larraín (realizador de ‘Tony Manero’ y ‘Post Mortem’), centrado en el plebiscito de 1988 que señaló el fin de la dictadura pinochetista, y ‘La noche de enfrente’, largometraje póstumo de Raúl Ruiz, que fue filmado en Chile en 2011 y que servirá para que el Festival de Cannes rinda homenaje al fallecido y fascinante cineasta portomontino.

Todo comienza, entonces, este miércoles 16 de mayo. Y ahí estará Bío-Bío para contar cada noticia al instante, comentar las películas más valiosas y traer cada detalle que acerque a los chilenos a la información y comprensión del gran encuentro del cine del mundo.

René Naranjo Sotomayor es periodista, crítico de cine y profesor de cine, con una trayectoria de más de 25 años en medios de prensa escritos, radio y TV, de Chile y el extranjero. Esta es la octava vez que cubre el Festival de Cine de Cannes. Puedes seguirlo en su cuenta de Twitter @renenaranjo