El “Black Friday” paraguayo, cuatro días de ofertas en productos importados de primera línea en Ciudad del Este, convierte en una romería de más de 200.000 compradores -más de la mitad extranjeros- a esta ciudad de la triple frontera con Brasil y Argentina.

Los febriles clientes se formaron este sábado en una fila doble que medía dos cuadras, ansiosos de entrar a un centro comercial que participa del “Black Friday” (Viernes Negro).

En tan solo 3 minutos, se llevaron 30 tabletas (computadoras personales táctiles) a 70, 100 y 200 dólares, así como 50 notebooks de 1.200 dólares a mitad de precio y 60 i-Phone 4-S (el último teléfono inteligente lanzado por Apple).

También arrasaron con televisores LCD y antenas parabólicas pequeñas capaces de captar más de 500 canales.

“Agarraban los (teléfonos inteligentes) BlackBerry como naranjas”, dijo Arsenio Ortíz, ejecutivo de la firma Nave Informática, asombrado por la fiebre de compras que se desató el jueves en Ciudad del Este, continuó el viernes, este sábado y que culmina el domingo.

El centro comercial abrió la feria con 20.000 mercaderías de las más afamadas marcas, pero los comercios se vieron “obligados a soltar más productos por la presión de la demanda”, observó Ortíz, también director financiero del centro comercial.

“Es una revolución de compras. No nos esperábamos tanta respuesta”, dijo por su parte la alcaldesa de Ciudad del Este, Sandra McLeod.

Localizada a orillas del caudaloso río Paraná, a minutos de las Cataratas del Iguazú (Brasil y Argentina) y de la hidroeléctrica paraguayo-brasileña Itaipú, esta cosmopolita región está poblada por unas 70 etnias de inmigrantes procedentes de esta parte del continente, pero también de Europa y Asia.

Ciudad del Este ha sido señalada como epicentro de la piratería, del contrabando de cigarrillos, del tráfico de drogas y de armas, y hasta de refugio de terroristas, especialmente después de los ataques del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos.

“Fue difícil, pero nos sobrepusimos a la mala fama que nos rotularon injustamente”, explicó McLeod.

En su urbe de comercios apretujados y letreros gigantes al estilo Broadway de marcas multinacionales de electrónicos y perfumes, se han filmado películas de Hollywood, como “Miami Vice” (2006) y anunciado proyectos de producciones ambiciosas, como el de la directora oscarizada Kathryn Bigelow bajo el título tentativo “Triple Frontier”.

“Queremos demostrar al mundo que esta no es una ciudad pirata. Los comercios están formalizados y los turistas pueden adquirir los últimos adelantos, los productos de marcas conocidas con garantía y factura legal, a precios tan competitivos como los de Miami (sureste de EEUU) o Hong Kong”, dijo la alcaldesa.

Anunció que Ciudad del Este ya acordó con Foz de Iguazú e inició conversaciones con el Puerto Iguazú (Argentina) para coordinar un “Black Friday” simultáneo trifronterizo en noviembre, en coincidencia con el mismo evento en Estados Unidos, donde se originó.

“Coincido totalmente con la alcaldesa de Ciudad del Este para hacer próximamente un Black Friday en las tres fronteras”, expresó el alcalde de Foz, Paulo McDonald.

“Es lo que siempre soñamos hacer, olvidar las fronteras para hacer una región de libre comercio”, remarcó.

“Solo en el primer día, el Black Friday, registró ventas por más de 150 millones de dólares”, reveló Shariff Hammoud, un descendiente de libaneses, dueño de la tienda Monalisa, emblemática de la ciudad, y presidente del Centro de Importadores y Comerciantes.

Hammoud admite que el comercio fronterizo no está del todo formalizado: “Queremos que todo se venda con boleta fiscal, nuestro sueño es que Ciudad del Este se convierta en el centro comercial más importante del mundo, pero depende de todos, autoridades, hombres de negocios y ciudadanía para que sea realidad”.

La experiencia fue traída de Estados Unidos, que tradicionalmente lleva adelante el “Viernes Negro” al día siguiente del Día de Acción de Gracias, a fines de noviembre.