El ex dictador panameño Manuel Antonio Noriega continuará hospitalizado el fin de semana, pese a que su salud mejoró en las últimas horas y desapareció la fiebre tras padecer de bronquitis, informó este viernes el ministerio de Gobierno.

Noriega “presenta una condición médica estable y sin fiebre”, aunque por recomendación de especialistas continuará internado en un hospital de la capital panameña “por unos tres días más para descartar cualquier tipo de complicación”, según el informe.

Noriega, de 78 años, fue trasladado al hospital el miércoles desde la celda donde purga tres condenas de 20 años por desaparición de opositores bajo su régimen (1983-1989), debido a un cuadro de bronquitis “propio de la temporada”, de acuerdo con las autoridades.

“Cabe aclarar que los problemas por los que fue hospitalizado el interno Noriega no tienen que ver con los problemas de hipertensión, cardiovascular o cerebral” que padece, precisó el comunicado.

Noriega está preso desde el 11 de diciembre en el Centro Penitenciario El Renacer, a orillas del Canal de Panamá, tras ser extraditado desde Francia, donde purgó condena por lavado de dinero.

Desde esa fecha ingresó varias veces al hospital aquejado por hipertensión, una isquemia cerebral y por coágulos en una pierna.

Noriega ha sufrido dos derrames cerebrales, tiene una enfermedad coronaria y una patología cerebral denominada meningioma, un tumor benigno y depresión.

Sus médicos y abogados reclaman desde el 8 de febrero la opción de prisión hospitalaria o domiciliaria.

El jueves, el director del sistema penitenciario panameño, Ángel Calderón, afirmó a la AFP que las autoridades están en la “fase final” para decidir si lo excarcelan por motivos de salud, aunque recordó que también deben escuchar a las víctimas y al Órgano Judicial para definirse.

Una cruenta invasión militar de Estados Unidos derrocó a Noriega en diciembre de 1989. Antes de su extradición a Panamá, cumplió 21 años de cárcel en Miami y Francia, por los delitos narcotráfico y lavado de dinero.