Junto con la llegada del invierno, la gente comienza a cambiar sus hábitos alimenticios, donde las sopaipillas y los chocolates pasan a ser los mejores amigos para paliar el frío que cada vez es más intenso. Debido a ello, debemos recurrir a variadas alternativas gastronómicas que nos permitan retener el calor de nuestro organismo de forma sana y nutritiva.

La clave no es ingerir más calorías, sino aprovechar los platos calientes de esta temporada, que permiten al organismo enfrentar las bajas temperaturas y saciar el apetito generado por el trabajo extra que realiza para conservar el calor.

Ante el frío, el organismo hace un esfuerzo adicional para nivelar la temperatura del cuerpo con el ambiente, por lo que aumenta la velocidad del metabolismo y el gasto energético. Así, el organismo envía una señal y a través del apetito nos pide una cantidad extra de comida para compensar este esfuerzo adicional.

Durante el invierno se recomienda mantener el consumo de vegetales. Si bien en esta época es difícil entusiasmarse con un plato de ensalada, se aconseja cocinarlos y servirlos calientes para producir altas temperaturas.

La sensación de calor no depende del tipo de alimentos que se consume, sino de la preparación y temperatura del plato que se sirve, y una excelente alternativa para pasar el frío es incorporar a la dieta el consumo de sopas bien humeantes. Asimismo, entre comidas una buena opción son las infusiones calientes, como el té de jazmín, aguas con hierbas o café, pero teniendo especial cuidado en la cantidad de azúcar o simplemente preferir el uso de edulcorantes tales como sucralosa o stevia.

Durante este periodo hay que tener especial cuidado con la ingesta de calorías y las porciones que consumimos. Se recomienda, como siempre, evitar el consumo excesivo de alimentos altos en grasa y colesterol, como las masas y las frituras. El consumo de sopaipillas, por ejemplo, debemos reducirlo a mínimas porciones o reservarlo para ocasiones especiales, como por ejemplo el fin de semana, si es que no queremos eliminarlo de la dieta habitual, pero es recomendable, optar por otras alternativas más sanas y nutritivas, tales como queques caseros, leche descremada caliente saborizada de su sabor preferido, palomitas de maíz sin azúcar, etc.