La presidenta de Brasil Dilma Rousseff nombró el jueves a los siete miembros de una Comisión de la Verdad que investigará los crímenes de la dictadura (1964-85), una iniciativa histórica en este país que suscitó las críticas de los militares de la reserva, informó la Presidencia.

La comisión funcionará por dos años con la misión de sacar a la luz hechos como la desaparición forzada de personas y violaciones de derechos humanos, entre 1946 y 1988, un período mayor que la dictadura, bajo la condición de no levantar la amnistía de 1979 que impide enjuiciar y encarcelar a los represores.

Rousseff, que fue guerrillera en la dictadura y sufrió cárcel y tortura, había sancionado en noviembre la creación de esta comisión, una medida histórica para este país que está a la zaga en comparación con otros países de la región, donde militares acusados de crímenes han sido procesados y condenados.

La comisión estará formada por Gilson Dipp, juez del Superior Tribunal de Justicia (STJ); José Carlos Dias, ex ministro de Justicia; la abogada Rosa María Cardoso da Cunha; el ex procurador Claudio Fontelles y el sociólogo Paulo Sérgio Pinheiro, precisó el Ejecutivo en su sitio web.

Estará formada además por la psicóloga María Rita Kehl y el abogado José Paulo Cavalcanti Filho.

Los nombres de los integrantes serán publicados el viernes en el Diario Oficial, y asumirán funciones el miércoles en Brasilia.

A la ceremonia de asunción deberán asistir los ex presidentes de Brasil José Sarney (1985-1990, primer presidente electo tras la dictadura), Fernando Collor (1990-1992), Fernando Henrique Cardoso (1995-2003) y Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010).

En febrero, los militares de la reserva divulgaron un manifiesto con críticas al gobierno y a la presidenta, por no haber acallado a sus ministros ante la posibilidad de que los represores amparados por la amnistía sean juzgados y condenados.

El manifiesto fue firmado por los presidentes de los clubes militares de las tres fuerzas, a menudo portavoces del sector militar que está impedido de hacer declaraciones políticas.

Las férreas dictaduras del Cono Sur latinoamericano comenzaron en Paraguay (1954-89) y siguieron en Brasil (1964-85), Uruguay (1973-85), Chile (1973-90) y Argentina (1966-73 y 1976-83), y llegaron a coordinarse en un denominado “Plan Condor” para la persecución de sus detractores.