El Senado argentino aprobó la noche del miércoles por amplia mayoría la ley de identidad de género, que autoriza a travestis y transexuales a registrar sus datos con el sexo elegido, tras haber sido votada en primera instancia por la Cámara de Diputados en noviembre.

La iniciativa obtuvo 55 votos a favor, una abstención y ninguno en contra, luego de más de tres horas de debates.

La nueva ley determina por identidad de género a la “vivencia interna e individual del género tal como cada persona la siente, la cual puede corresponder o no con el sexo asignado al momento de nacimiento, incluyendo la vivencia personal del cuerpo”.

La norma establece además, entre otros puntos, que toda persona podrá solicitar la rectificación registral del sexo y el cambio de nombre de pila e imagen, cuando no coincidan con su identidad de género autopercibida.

Una vez que entre vigencia, el cambio de sexo ya no necesitará el aval de la justicia para ser incluido en el carné de identidad, mientras que las prestadoras sociales deberán incluir las operaciones y tratamientos para la adecuación del cuerpo.

La ley “entregará oportunidades para todos por igual y es consecuencia de la Ley de Matrimonio Igualitario, aprobada en 2010. Garantizará que desde el Estado cada persona será tratada y tutelada como lo que siente que es”, dijo la oficialista Ada Iturrez, titular de la Comisión de Legislación General del Senado.

Argentina, cuya población mayoritariamente profesa la religión católica, es el primer país latinoamericano que desde 2010 cuenta con una legislación federal que permite el matrimonio entre personas del mismo sexo.

De su lado, Luis Naidenoff, presidente del bloque del opositor radicalismo (segunda fuerza), sostuvo que la nueva legislación forma parte de “importantes avances en el campo de la ampliación de derechos que favorecen a sectores que estaban discriminados”.

La senadora del gobernante peronismo Sonia Escudero dijo que la comunidad trans “tiene una esperanza de vida de tan sólo 35 años, y más de 90% se encuentra en situación de prostitución como consecuencia de la escasa preparación y el abandono temprano de la escuela”.

“Las cifras muestran que 95% de estas personas, que se calculan en 22.000 en todo el país, están fuera del acceso a los derechos humanos fundamentales”, añadió la senadora.

Cientos de activistas de los colectivos de travestis y transexuales celebraron la votación de la norma frente a la sede del Congreso.

El presidente de la Comunidad Homosexual Argentina, César Cigliutti, dijo: La ley es “otro paso gigantesco e histórico en nuestro extenso trabajo por los derechos de nuestra comunidad”.

“Las personas trans merecen que la sociedad las nombre y las trate de acuerdo a la identidad de género autopercibida”, sostuvo Cigliutti.

En tanto, el interventor del estatal Instituto contra la Discriminación (Inadi), Pedro Mouratian, señaló que la norma “es el puntapié para trabajar sobre la efectivización de los derechos a las personas trans, promocionando también el acceso al trabajo, la educación, la salud y la vivienda”.