Los cinco acusados de los ataques del 11 de septiembre en Estados Unidos, incluido el autoproclamado cerebro Khaled Cheikh Mohammed, comenzaron a comparecer este sábado ante un tribunal militar en la base de Guantánamo, en la isla de Cuba.

“La acusación está lista para que proceda en el caso de (los ataques de) Jaled Cheij Mohamed contra Estados Unidos”, declaró el fiscal principal, general Mark Martins.

Jaled Cheij Mohamed, un kuwaití de 47 años, el yemení Ramzi ben al Chaiba, el paquistaní Alí Abd al Aziz Alí, alias Mohamed al Baluchi, y los saudíes Walid ben Attach y Mustafá al Husaui, serán acusados de “ser responsables de la preparación y ejecución de los atentados del 11 de septiembre en Nueva York, Washington y Shanksville (Pensilvania), que mataron a 2.976 personas”, informó previamente el Departamento de Defensa estadounidense.

Los acusados podrían recibir la pena capital por la muerte de las 2.976 víctimas del atentado.

Se trata de la primera vez que aparecen en público, luego de más de tres años. Estaban sentados, guardando distancia entre unos y otros, sin esposas en las manos, vestidos con uniformes blancos y algunos de ellos portaban un pequeño sombrero musulmán. Jaled Cheij Mohamed llevaba una larga barba.

El presidente estadounidense Barack Obama quería que el juicio tuviera lugar en Manhattan, muy cerca de donde se erigían las Torres Gemelas. Pero fue impedido por la oposición republicana en el Congreso, que bloqueó la transferencia a territorio estadounidense de acusados de terrorismo.

Los representantes de las familias presentes en la base naval estadounidense en Cuba fueron seleccionados por sorteo para asistir al juicio de este sábado. Las demás familias podrán acompañar la audiencia en pantallas gigantes colocadas en cuatro bases militares en suelo estadounidense.