El presidente de Honduras, Porfirio Lobo, anunció este miércoles que enviará al Congreso un proyecto de reforma constitucional para declarar al Estado “un país multiétnico”, al clausurar el mes de la herencia africana.

El mandatario hizo el anuncio en una ceremonia en la casa de gobierno en la que participaron representantes de la comunidad afrodescendiente, que celebra los 215 años de su llegada a Honduras.

“Todos tenemos derecho a participar y estamos avanzando en el proceso de inclusión y participación” de todos los grupos étnicos en los asuntos del país, subrayó Lobo.

No sólo los garífunas (negros) sino también los miembros de otros seis grupos étnicos que constituyen cerca del 8% de la población de Honduras, de 8,2 millones de habitantes, se quejan de que son marginados por el resto de la población mestiza del país.

Durante la celebración, caracterizada por actos culturales propios de la tradición garífuna, el presidente Lobo vistió un colorido traje de esa etnia y mostró sus habilidades como bailarín de punta, un ritmo autóctono a base de tambores y caracoles.

Los primeros negros llegaron en abril de 1797 en pequeñas embarcaciones a Punta Gorda en las Islas de la Bahía, en el Caribe, tras ser expulsados de San Vicente y Granadinas por los habitantes de esta isla.

Alrededor de 400.000 personas integran la comunidad garífuna hondureña, que habita los departamentos costeros de Cortés, Atlántida y Colón.