Un juez de Nueva York rechazó el martes archivar la demanda civil presentada por la empleada de hotel Nafissatou Diallo contra Dominique Strass-Kahn por agresión sexual. El magistrado rechazó que el político esté cubierto por la inmunidad diplomática.

“El pedido para archivar la demanda de Strauss-Kahn ha sido rechazado” dice el escrito de doce páginas del juez Douglas McKeon, que deniega la solicitud de los abogados del ex director del FMI afirmando que su cliente no puede ser procesado en lo civil por estar cubierto por la inmunidad diplomática.

El McKenon calificó el intento de los abogados de Strauss-Kahn de hacer valer la inmunidad diplomática como un “Hail Mary pass”, jugada del fútbol americano que suele ser a la desesperada y en el último segundo.

Diallo, de 33 años, afirma que el ex ministro francés la obligó a hacerle una felación el pasado 14 de mayo de 2011 en su habitación del hotel Sofitel de Nueva York, que ella limpiaba. Strauss-Kahn reconoció haber tenido relaciones sexuales “inapropiadas” con ella pero consentidas.

Los abogados de la empleada del Sofitel se felicitaron por el fallo. “Estamos extremadamente contentos de la decisión”, anunciaron en un comunicado.

El dictamen abre la vía para un proceso civil con jurado popular tras el archivo de la causa penal. De todos modos, los abogados de ambas partes pueden recurrir la sentencia de la corte del Bronx, una posibilidad que ya había sido evocada por los abogados del político francés.

La fiscalía de Manhattan había abandonado el juicio penal contra el político francés al considerar que el testimonio de Diallo no era fiable. La empleada del Sofitel decidió entonces abrir un proceso civil para defenderse del ataque que calificó de brutal y “sádico” de uno de los hombres más poderosos del planeta.

El equipo de abogados de Strauss-Kahn esgrimió una Convención adoptada por Naciones Unidas en 1974 para defender tu total inmunidad.

“El Señor Strauss-Kahn no puede esgrimir la inmunidad en un esfuerzo por limpiar su nombre ahora solo para denegarle a la Señora Diallo la oportunidad de limpiar el suyo”, escribió el juez estadounidense.

Su escrito de doce páginas empieza con un extracto del informe anual del FMI para 2011 que afirma: “la reputación de miles de años puede quedar determinada por la conducta de una hora”.

El escándalo del hotel Sofitel arruinó la carrera política y la imagen de Strauss-Kahn, considerado favorito para las elecciones presidenciales de este año en Francia.

Los sondeos le atribuían una clara ventaja frente al presidente Nicolas Sarkozy, que finalmente se enfrentará el domingo en segunda vuelta al candidato socialista Francois Hollande.

Strauss-Kahn, que nunca fue condenado por la justicia, se vio envuelto a su regreso a Francia en un sórdido caso de prostitución que arruinó de forma irreparable su imagen.

La semana pasada el político, conocido en Francia por su siglas DSK, aseguró que su caída había sido orquestada en un complot político.

Strauss-Kahn dijo al diario británico The Guardian que la escalada del caso de prostitución en Francia, por el cual ha sido también procesado, fue propiciado por individuos con una “agenda política”.

Según el diario el ex director del FMI acusaba así a colaboradores del presidente Sarkozy y de su partido de centro derecha UMP.

En el tramo final de la campaña presidencial en la que nunca participó DSK, Sarkozy reaccionó diciendo que el socialista “tendrá que explicarse ante la ley y ante los franceses”.