El presidente ucraniano Viktor Yanukovich visitó el sábado la ciudad de Dnipropetrovsk, donde ocurrieron las misteriosas explosiones a seis semanas de la Eurocopa 2012 de fútbol y cuando el país recibe presiones de un Occidente indignado por la situación de la opositora Yulia Timoshenko.

El jefe de Estado, que calificó el viernes las explosiones de “desafío a todo el país”, visitó un hospital donde son atendidos ocho adolescentes heridos el viernes, indicó a la AFP su portavoz, Daria Tchepak.

El presidente conducirá luego una reunión con los dirigentes de las fuerzas del orden que investigan los atentados, que no han sido reivindicados.

Las cuatro explosiones sucesivas en un barrio del centro de Dnipropetrovsk (centro-este) causaron entre 26 y 30 heridos, según dos balances separados establecidos el sábado por los ministerios de Situaciones de Urgencia y de Salud. Siguen hospitalizadas 22 personas.

La fiscalía ucraniana inició el viernes una investigación por “terrorismo” luego de los atentados que colocaron al país -aunque en Dnipropetrovsk no se disputarán partidos- frente a un desafío de seguridad a seis semanas de la apertura de la Eurocopa 2012, co-organizada por Ucrania y Polonia.

Algunos responsables se mostraban sin embargo menos categóricos sobre la gravedad de la situación.

“No diría de manera tan segura que se trata de atentados terroristas”, declaró el viernes por la noche Volodymyr Rokytsky, director adjunto de los Servicios de seguridad (SBU, ex-KGB), que no menciona por ahora ninguna pista.

Las fuerzas del orden llamaron a los partidos políticos a no “politizar” los atentados, cuando el poder y la oposición están comprometidos en una pulseada en torno a la suerte de la opositora encarcelada Timoshenko, originaria de Dnipropetrovsk.

Partidarios de la ex Primera Ministra consideraron que las explosiones buscan alejar la atención de la opositora.

El Primer ministro, Mykola Azarov, respondió por su parte que los incidentes “benefician a las fuerzas interesadas por la desestabilización del país” haciéndoles posible “cuestionar el poder”, según la agencia Interfax.

Timoshenko purga una pena de siete años de cárcel por abuso de poder, condena que provocó una crisis en las relaciones entre Ucrania y la Unión Europea.

Un nuevo proceso de la opositora, presa en Jarkiv (este), fue aplazado el sábado al 21 de mayo. El juez considera “imposible” juzgarla en ausencia, pues Timoshenko argumenta su mal estado de salud para no comparecer.

Enferma y en huelga de hambre desde hace más de una semana, la ex primera ministra y ahora encarcelada líder opositora acusó el viernes al presidente Yanukovich de haber autorizado la violencia de que dice ser víctima.

La UE multiplicó las críticas al régimen ucraniano al considerar los procesos contra la opositora como políticos, y algunos responsables europeos mencionaron incluso medidas de retorsión contra la Eurocopa.

Timoshenko también es juzgada desde la semana pasada en un caso de desvío de fondos que se remonta a fines de los años 1990.

Los médicos alemanes de Timoshenko consideran necesario hospitalizarla en Alemania, lo que es imposible en el estado actual de la legislación, según Kiev.

Muchas patrullas de la policía circulaban en Dnipropetrovsk el sábado, y la zona afectada por las explosiones seguía prohibida a los vehículos, según una periodista de la AFP.