El accidente de un avión paquistaní en el que murieron el viernes sus 127 pasajeros se produjo como consecuencia de las malas condiciones meteorológicas, anunció la compañía, al tiempo que los familiares de las víctimas denunciaron la incompetencia de las autoridades.

Los responsables paquistaníes de aviación han abierto una investigación para determinar las causas de este accidente, el segundo de este tipo en el país en menos de dos años, que ocurrió cuando el aparato trataba de aterrizar en el aeropuerto de Islamabad en medio de una fuerte tormenta.

La compañía privada Bhoja Air, propietaria del avión, que realizaba un vuelo entre Karachi y la capital paquistaní, descartó un problema técnico y aseguró que el siniestro se produjo por las malas condiciones meteorológicas.

“No hubo ningún problema técnico, fue como consecuencia del mal tiempo”, declaró a la AFP un responsable de la compañía, Masham Zafar.

“El avión despegó del aeropuerto de Karachi después de haber obtenido la autorización de la Aviación Civil de Pakistán (CAA), que también le dio el visto bueno para que aterrizase en el aeropuerto de Islamabad”, explicó el responsable.

Varios funcionarios militares y de la CAA también responsabilizaron, desde el anonimato, al mal tiempo por el accidente.

El Boeing 737-200 de Bhoja Air, con 28 años de antigüedad, fue adquirido por la compañía a otra aerolínea sudafricana, informó a la AFP un responsable de la Aviación Civil cubierto por el anonimato.

“El aparato era viejo y de segunda mano, pero no es algo inhabitual. La compañía pública paquistaní PIA utiliza también viejos aparatos. Las compañías aéreas tienen raramente aparatos recién estrenados”, respondió Zafar.

Este sábado por la mañana, un portavoz de la aviación civil, Junaid Jan, confirmó a la AFP el balance de 127 víctimas (121 pasajeros y seis miembros de la tripulación), sin ningún superviviente. Ya se identificaron los restos de 73 de las víctimas.

Cientos de familiares de las víctimas se concentraron este sábado en el Pakistan Intitute of Medical Sciences, el principal hospital de Islamabad, donde se trasladaron los cadáveres.

Algunos de ellos denunciaron “la incompetencia absoluta” de las autoridades: “Dos accidentes similares en menos de dos años y el presidente y el primer ministro no hacen nada”, criticó una familiar de una de las víctimas.

En julio de 2010, un Airbus 321 de la empresa privada Airblue se estrelló contra las sierras próximas a Islamabad. Las 152 personas a bordo murieron en el desastre, también provocado por mal tiempo, intensas lluvias y pobre visibilidad.

Otro familiar, Abdul Raoof, consideró que “si el tiempo era malo, el avión debería haber sido desviado de ruta” y “criticó que Bhoja Air haya “sacrificado 127 vidas sólo para ahorrar combustible”, refiriéndose a que, supuestamente, la compañía quiso aterrizar a cualquier precio en Islamabad en vez de que el aparato fuese desviado a otro aeropuerto.

Bhoja Air reanudó en marzo sus vuelos interiores entre Islamabad y Karachi con varios Boeing 737 y preveía próximamente ampliar sus vuelos a otras ciudades como Sukkur (sur), Multan (centro) y Lahore (este).

La aerolínea había sido forzada por las autoridades paquistaníes a suspender sus vuelos en el año 2000 como consecuencia de su mala situación financiera.

El ministerio del Interior anunció que el propietario de la compañía, Farooq Bhoja, no podrá abandonar el país mientras la investigación siga en curso.