Una calma tensa reinaba este jueves en el circuito de Sajir, donde se disputa de viernes a domingo un Gran Premio de Fórmula 1, después de que el miércoles algunos miembros de la escudería Force India se vieran envueltos en enfrentamientos entre manifestantes y policía.

Al volver al circuito el miércoles por la noche, varios mecánicos de la escudería india se encontraron en medio de un enfrentamiento entre manifestantes y policía y un cóctel molotov estalló delante de su coche. Ninguno de sus ocupantes resultó herido.

En la noche del miércoles al jueves también se vivieron varios enfrentamientos entre policías y manifestantes en los pueblos chiítas de Bahréin cerca de Manama, la capital del país del Golfo Pérsico.

A pesar de ello este jueves un ex diputado del Wefaq, el principal partido de oposición, acudió al centro de prensa del Gran Premio para disipar los temores de nuevos incidentes.

“El Gran Premio tiene que ser considerado como un evento deportivo y económico, no político”, dijo el doctor Jasim Husain, economista e investigador en el Consejo de Cooperación del Golfo.

“Las manifestaciones tuvieron lugar antes del Gran Premio y habrá otras después. Pero la mayoría de gente de aquí están muy contentos de que se celebre el Gran Premio”, en país conocido por la “calma de sus habitantes”, según Husain.

En el recorrido entre el aeropuerto y el circuito de Sajir se podían ver varios carteles llamando a la unidad del país con el lema “Una nación, una celebración”.

En el centro de medios del circuito, la conferencia de prensa del jueves por la mañana estuvo dedicada a un evento celebrado el miércoles en el que participaban mujeres y niños.

A la conferencia asistieron varios periodistas extranjeros, fotografiados y filmados por policías vestido de civil.

En la noche del miércoles al jueves, los incidentes en los pueblos chiítas se produjeron tras el llamamiento a través de las redes sociales del movimiento opositor “Jóvenes del 14 de febrero” a celebrar “Tres Días de Cólera” coincidiendo con los tres días del Gran Premio.

Según testigos, centenares de manifestantes se reunieron en la entrada de los pueblos alrededor de Manama gritando lemas contra el poder como “El pueblo quiere la caída del régimen” o “Abajo Hamad”, en referencia al rey Hamad ben Isa Al Jalifa.

Las fuerzas de seguridad utilizaron bombas lacrimógenas y bombas de detonación para dispersar a los manifestantes, que replicaron lanzando cócteles molotov, según los mismos testigos.

“En el pueblo de Sanabes (cerca de Manama) tuvieron lugar los enfrentamientos más violentos”, dijo uno de los testigos, Mohamed Jasem, y explicó que la policía tiró con perdigones e hirió a varias personas.

En las redes sociales los “Jóvenes del 14 de febrero”, que no están relacionados con el Wefaq, el principal movimiento de oposición chiíta, también hicieron un llamamiento a la movilización durante la carrera y pidieron un “Gran Premio de sangre”.