La familia de un hombre que murió en Hualpén tras recibir una “bala perdida” espera que los dos imputados por el crimen reciban una extensa pena de cárcel efectiva. El juicio oral debía comenzar este jueves, pero fue suspendido a pedido de la defensa de los principales acusados.

El 1 de febrero del año pasado, en la población 18 de septiembre de Hualpén, a las 3 y media de la tarde, dos hombres conversaban en la esquina de un pasaje cuando de pronto uno de ellos, Omar Ismael Baeza Espinoza, de 43 años, cayó fulminado.

Un disparo le atravesó el corazón en un hecho increíblemente desafortunado, del que la familia de la víctima fatal todavía no se recupera.

El fiscal Mario Elgueta recordó los hechos.

El juicio debía comenzar este jueves, sin embargo, fue pospuesto para junio a solicitud del abogado Carlos Concha, quien representa a los principales inculpados, Ramón Mella Carrasco, de 29 años, y Juan Rubilar Baez, de 19, en prisión preventiva. Concha argumentó al tribunal que sólo en las últimas horas asumió la representación jurídica de ambos.

Mientras esto se discutía, los acusados se mostraron despreocupados y hasta rieron en algunos momentos, lo que indignó a los familiares del occiso. Algunos como la viuda, salió llorando de la sala 3 y luego sufrió un desmayo siendo atendida por personal del Samu.

La hija del fallecido, Jocelyn Baeza y su esposo exigen justicia, es decir, cárcel para los acusados.


El ministerio público solicita 10 años y un día de prisión efectiva para los principales acusados y 541 días para otros dos involucrados, quienes no se encuentran en prisión preventiva, uno de los cuales no se presentó al frustrado comienzo del juicio.