Un estudio de la Universidad de Edimburgo reveló que las posibilidades de encontrar vida en Marte aumentan al estudiar los cráteres causados por los asteroides.

Los investigadores aducen el ejemplo del reciente hallazgo de una colonia de microorganismos en un cráter en EE. UU., que apareció hace unos 35 millones de años tras la caída de un meteorito, y señalan que lo mismo podría pasar en otros planetas.

Según informa BBC Mundo, los expertos analizaron muestras subterráneas extraidas tras perforar casi dos kilómetros bajo el cráter de Chesapeake, uno de los mayores causados por un asteroide en la Tierra. Los resultados revelaron que los microbios se reparten de modo poco uniforme por la roca, lo que sugiere que el lugar continúa evolucionando 35 millones de años después del impacto.

Los científicos establecieron que el agua y los nutrientes que surgen de las fracturas de rocas profundas, permiten que la vida pueda desarrollarse.