El delantero de Curicó Unido, Ariel Pereyra, continua mascullando la rabia ante la agresión sufrida por el bus de su cuadro, al momento de retornar a la ciudad maulina tras empatar 1-1 ante Ñublense de Chillán.

“Estoy con mucha bronca, con pena. He pensado cómo puede haber gente que esté feliz por hacerle daño a los demás. Me fui a hacer los chequeos esperando que no sea nada malo” señaló el trasandino en conversación con Bío Bío Deportes.

Pereryra relató lo ocurrido tras el encuentro en Chillán, al recordar que los agresores “eran tres pibes que estaban escondidos en una zanja, nos vieron pasar y tiraron las piedras. Carabineros no hizo nada, estuvimos una hora haciendo la denuncia y después nos pedían que volviéramos a la ciudad, que necesitaban tres testigos. Ahí dijimos basta, que nos íbamos. Todo fue una pérdida de tiempo”.

El trasandino, de larga trayectoria en nuestro país, profundizó el análisis del momento actual de la sociedad en nuestro país, al apuntar que “todos tenemos claro que los problemas que cada cual tiene en su trabajo, en su casa trata de liberarlos por algún lado. Y, lamentablemente en estos momentos, lo está pagando el fútbol. La gente parece queva a soltar todos sus problemas al estadio y a uno no le entra en la cabeza cómo puede haber quienes son felices por hacerle daño a los demás”.

Pereyra conocerá durante la tarde del lunes el alcance de las lesiones sufridas ayer.