La policía de Nicaragua detuvo este jueves al empresario nicaragüense Henry Fariñas, testigo clave y supuesto blanco del ataque en el que murió el trovador argentino Facundo Cabral, con el fin de realizar “algunas diligencias”, informó una fuente oficial.
“En horas de la tarde, en el Aeropuerto Internacional Augusto César Sandino de esta capital, se procedió a la detención del señor Henry Fariñas”, confirmó el portavoz de la Policía Nacional, comisionado mayor Fernando Borge, al oficialista Canal 4.
Fariñas, testigo clave en el proceso que se sigue en Guatemala por el crimen de Cabral, fue “conducido a la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ, investigación) de la Policía para realizar algunas diligencias y actos de investigación”, precisó.
“Es lo que podemos informar hasta el momento”, agregó el vocero policial, sin dar explicaciones sobre las razones de la detención, ni precisar si ésta se llevó a cabo cuando el empresario ingresaba o salía del país.
Fariñas, dueño de una cadena lujosos clubes nocturnos en Costa Rica, Nicaragua y Panamá, conducía la noche del 9 de julio de 2011 el vehículo en el que llevaba a Cabral al aeropuerto de Guatemala -luego de que el cantautor ofreciera dos conciertos-, cuando fueron emboscados por sicarios.
El empresario resultó herido pero logró sobrevivir y es considerado como uno de las figuras clave en el atentado en que murió Cabral, el 9 de julio del 2011, en Guatemala.
Según el conductor de un programa de la oficialista Radio Ya, Fariña fue detenido por órdenes de la Policía Internacional (Interpol), por incumplir supuestamente con una citatoria en Guatemala, pero la versión no ha sido confirmada por ninguna fuente oficial.
El empresario nicaragüense resultó herido en el ataque pero logró sobrevivir y ahora es uno de los principales testigos de la fiscalía guatemalteca.
Fariñas declaró ante la justicia en Guatemala que el atentado fue ordenado por el costarricense Alejandro Jiménez, alias “El Palidejo”, capturado a mediados de marzo en Colombia y deportado a Guatemala, donde está acusado de ser el autor intelectual del crimen.
El nicaragüense sostiene que Jiménez planeó el atentado en su contra y contrató a los sicarios, lo que atribuyó a su negativa a venderle unos clubes nocturnos.
Jiménez, acusado en Costa Rica por el delito de legitimación de capitales, figura desde el 2000 en registros de narcotráfico y es señalado como enlace entre el cártel de Sinaloa, en México, y la organización de los hermanos Comba, en Colombia, según la autoridades de Colombia.