Desde los cielos del norte del país, un grupo internacional de astrónomos logró dar con cientos de planetas rocosos, los que son parte de una zona “habitable” de estrellas enanas rojas.

El observatorio de La Silla, equipado con el espectrógrafo HARPS, también pudo descubrir la existencia de varias “súper-Tierras”, cuerpos opacos con unas diez veces más de masa que nuestro planeta hogar, según consignó Emol.

La distancia que separa a La Tierra de estos nuevos hallazgos es de menos de 30 años luz, siendo la primera vez que se logra medir las frecuencias de los planetas rocosos en torno a estrellas rojas débiles.

Desde la sede central el Observatorio Central Europeo en Alemania, el líder del equipo internacional, Xavier Bonfils, sostuvo que “alrededor del 40% de todas las estrellas enanas rojas tienen una súper-Tierra orbitando en su zona de habitabilidad, una zona que permite la existencia de agua líquida sobre la superficie del planeta”.

El experto destacó que hay muchas otras galaxias que poseen súper-Tierras, en las cuales se encontró un total de nueve, durante una exploración de siete años.

Como resultados concluyentes, se determinó que hay un 41% de planetas rocosos en las zonas de habitabilidad de las estrellas rojas, y que la distancia de ellos con su estrella no es necesariamente la misma de la Tierra con el Sol, sino que incluso menor.

Esta alentadora característica es precedida por la desfavorable inestabilidad de las estrellas rojas, que constantemente producen llamaradas o estallidos, los que se expresan por rayos X o radiación ultravioleta, que harían mucho más difícil la existencia de vida en este tipo de planetas.

De todas formas, los científicos no se dan por vencido y esperan dar con un planeta de los millones existentes, en el que puedan estudiar la atmósfera, a fin de buscar signos de vida.