“Ahora entiendo porque Juan Pablo II decía ‘me siento Papa mexicano’”, exclamó visiblemente emocionado Benedicto XVI la noche del domingo, cuando rompió todo protocolo y salió a la calle para portar un sombrero mexicano, escuchar a los mariachis y saludar a decenas de miles.
Cuando se pensaba que Benedicto XVI no sería visto más en público pues había concluido sus actividades oficiales y se había retirado al Colegio Miraflores de la ciudad de León (centro), donde se ha hospeda, la sorpresa llegó unos 45 minutos después.
Las puertas del colegio se abrieron y Benedicto XVI salió y caminó lentamente hacia un grupo de mariachis que entonaba “México lindo y querido” mientras una joven le obsequiaba un elegante sombrero, que se puso gustoso por unos instantes para escuchar, con sus manos en plegaria, la música mexicana.
“Queridos amigos, muchísimas gracias por este entusiasmo, soy muy feliz con ustedes. He hecho muchos viajes y nunca había sido recibido con tanto entusiasmo”, les dijo el Papa en italiano luego de retirarse el sombrero de charro.
“México estará siempre en mi corazón. Ahora entiendo porque Juan Pablo II decía ‘me siento Papa mexicano’”, añadió el pontífice, lo que desató un ensordecedor grito de “¡Benedicto, hermano, ya eres mexicano!”.
Se refirió al cariño que el anterior Papa polaco externó siempre por México, que visitó en cinco ocasiones, siempre congregando a cientos de miles de feligreses que lo aclamaban con el lema “Juan Pablo, hermano, ya eres mexicano” luego de que el jerarca se describiera a sí mismo como oriundo de este país.
Benedicto XVI prometió que si antes oraba por México, “ahora lo haré más”, dio la bendición a la multitud, les recordó que este lunes parte hacia Cuba y se despidió con un sonoro “buenas noches” en español.
El Papa inició el pasado viernes su primera visita oficial a México en el estado de Guanajuato, donde celebró distintos actos religiosos, entre ellos una misa campal a la que asistieron más de 640.000 personas la mañana de este domingo.
El jefe de la Iglesia católica, de 85 años de edad y con una salud delicada, se mostró sonriente y rompió sus estrictos protocolos ante la cálida recepción que le dieron los mexicanos.
A las 15:00 horas locales (12:00 en Chile) del lunes Benedicto XVI partirá del aeropuerto de Silao, Guanajuato, rumbo a Cuba, en la segunda y última etapa de su gira latinoamericana.