Dos días después de la muerte a manos de la policía de Mohamed Merah, responsable de las matanzas del suroeste de Francia, su hermano Abdelkader –que se declaró “orgulloso” de los actos de Mohamed– ocupaba el sábado el centro de las investigaciones.

Abdelkader Merah, de 29 años, y su compañera, arrestados desde el miércoles, fueron trasladados el sábado de la comisaría central de Toulouse (suroeste) a la sede de la subdirección antiterrorista (SDAT), cerca de París.

Abdelkader estaba presente en el momento del robo de la poderosa moto que más tarde serviría a su hermano Mohamed para asesinar fríamente a tres niños y un profesor judíos, y a tres paracaidistas en un período de ocho días.

Durante su detención Abdelkader Merah se declaró “orgulloso” de los acciones de su hermano, según fuentes judiciales.

Tanto él como su compañera fueron detenidos el miércoles a 40 km al sur de Toulouse, en el mismo momento en que la policía de élite iniciaba un asedio de 30 horas ante el domicilio en Toulouse de Mohamed, que acabó con la muerte de éste tras un asalto a su apartamento.

Mohamed Merah, de 23 años, estaba solo en el momento de las matanzas, pero los investigadores se preguntan quien pudo ayudarlo logística y financieramente. Mohamed, pese a no tener ingresos, estaba fuertemente armado.

Su hermano Abdelkader, considerado más comprometido con el islamismo, declaró a los policías no haber estado al tanto de los proyectos criminales de Mohamed Merah.

El miércoles, el fiscal de París, François Molins, explicó que Abdelkader Merah “apareció en 2007 como implicado” en una trama de envío de jihadistas (combatientes de la Jihad, guerra santa) hacia Irak. Sin embargo, no fue imputado en este caso.

El ministro francés del Interior, Claude Guéant, había descrito a Mohamed Merah como un pequeño delincuente radicalizado “en un grupo de ideología salafista” de Toulouse, aunque este grupo no era sospechoso de tramar acciones criminales.

Los investigadores proseguirán el interrogatorio de Adbelkader para saber si aportó una ayuda financiera o logística a Mohamed.

Mohamed aseguró antes de morir, en conversaciones con la policía de élite que rodeaba su casa, que había adquirido las armas gracias “a robos y atracos cometidos para obtener dinero”, según los medios franceses.

Según un sondeo de IFOP que se publicará el domingo en el diario Dimanche Ouest France, 53% de los franceses interrogados consideran que la amenaza terrorista es elevada, pero “este resultado es de los más bajos desde que la IFOP plantea esta pregunta a los franceses”, en octubre de 2001.

“El hecho de que el temor frente a la amenaza terrorista se establezca a un nivel históricamente bajo induce a pensar que la tragedia de Montauban y Toulouse ha influído en los franceses pero sin crear una psicosis”, opina la IFOP.

El presidente francés Nicolas Sarkozy reunió el sábado por la mañana al primer ministro y a varios miembros del gobierno, así como a responsables policiales, para tratar sobre cuestiones de seguridad. Todo ello se produce en un contexto de interrogantes sobre la eficacia y el modo operativo de las fuerzas de seguridad en este caso.