Los japoneses observaron este domingo un minuto de silencio en memoria de las víctimas del sismo y del tsunami que arrasaron la costa noreste del archipiélago hace un año, dejando un saldo de unos 19.000 muertos y desaparecidos.

A las 02:46 en Chile, la hora en que ocurrió el violento terremoto el 11 de marzo de 2011, la vida se paralizó en numerosas ciudades de Japón para compartir una oración colectiva en homenaje a las personas arrastradas o damnificadas por la catástrofe natural y el grave accidente nuclear que se produjo después en la central atómica de Fukushima.

En Tokio, inmediatamente después del minuto de silencio, el primer ministro Yoshihiko Noda pronunció un discurso durante una ceremonia en el Teatro Nacional de Tokio, en presencia del emperador Akihito y de numerosas personalidades.

El jefe del gobierno nipón prometió hacer todo lo posible para reconstruir la región devastada y transmitir el recuerdo de esta tragedia a las generaciones posteriores.

El emperador Akihito, recientemente sometido a una operación en la cual le colocaron un marcapasos, se levantó inmediatamente acompañado por la emperatriz Michiko para orar ante un gigantesco monumento floral.

“Un año ha pasado desde el gran terremoto del este; rindo homenaje profundamente a quienes perdieron la vida”, declaró el soberano, símbolo del pueblo, en un breve discurso.

Akihito también se refirió a la pena de las decenas de miles de personas obligadas a abandonar sus hogares a causa del accidente nuclear provocado por el tsunami en la central de Fukushima.

También deploró que la reconstrucción tropiece con numerosas dificultades en las provincias devastadas y en parte contaminadas por la radiactividad.

En otros lugares del país, sobre todo en las ciudades de la costa noreste, numerosos residentes oraron en dirección del Océano Pacífico, acompañados de miembros de sus familias que regresaron especialmente a sus tierras natales en este día de recogimiento.