El presidente Barack Obama calificó el jueves de “sacrosanto” el apoyo de Estados Unidos a Israel y planteó la necesidad de ayudar a los israelíes a mantener su “superioridad militar” regional, cuatro días antes de recibir al primer ministro Benjamin Netanyahu, con la tensión con Irán como trasfondo.

Obama, quien asistió a una reunión en Nueva York para recaudar fondos para su campaña de cara a las presidenciales del 6 de noviembre, mencionó el cambio geopolítico causado por los levantamientos populares en el mundo árabe-musulmán desde inicios de 2011.

“Uno de nuestros objetivos a largo plazo en esta región es asegurar que el compromiso sacrosanto que tenemos respecto a la seguridad con Israel no se traduzca solamente en proporcionar la capacidad militar necesaria, sino en permitir que tenga la superioridad militar necesaria en una región muy peligrosa”, dijo.