Existen algunas reglas relacionadas con la salud que todos se esmeran en cumplir, ignorando que no siempre deben seguirse al pie de la letra. En este sentido, la psicóloga de la Escuela de Medicina de Harvard, Alice Domar, señala que “la investigación está revelando que quienes escribieron ciertas directrices (del ámbito sanitario) no conocían el panorama real”.

Por esta razón, Domar invita a regirse por nuevas normas y ser más excéptico con las que te mostraremos a continuación. [Vía Oprah.com]

1. Beber 8 vasos (2 litros) de agua al día: Esta es una recomendación que hemos escuchado un millón de veces y que data de estudios publicados en 1945. Sin embargo, según Howard Murad, autor de The Water Secret (El Secreto del Agua), la mayor parte de tu requerimiento diario de agua está contenido en los alimentos que consumes, tales como: frutas, verduras, legumbres, avena o lácteos. “La sandía y el pepino se componen en más de un 90% de agua”, señala como ejemplo. Para saber si estás bien hidratado, recomienda observar el color de la orina, si es incolora o amarillo pálido no hay de qué preocuparse.

2. Comer nueve porciones de frutas y verduras: Una porción de espinaca (sin cocinar) es apenas una taza, no es un plato entero. “No es de extrañar que la gente se confunda sobre lo que, exactamente, es una porción”, dice la nutricionista de Washington DC, Rebecca Scritchfield.

“No necesitas comer una montaña de vegetales”. 6 tallos de espárragos durante la cena, una ensalada de espinaca en el almuerzo, y un plátano en rodajas y algunos berries en el desayuno es suficiente”, indica, agregando que incluso dos o tres porciones diarias de frutas y verduras son suficientes cuando se trata de alimentos que traen múltiples beneficios para el organismo, tales como los arándanos o los pimientos rojos. Estos últimos pueden ayudar a reducir el riesgo de cáncer y de sufrir enfermedades del corazón.

3. Evitar la carne roja: La carne consumida con moderación puede ser saludable. Este alimento por mucho tiempo fue considerado una amenaza para tu corazón por su alto contenido en grasa saturada. Sin embargo, un estudio de la Escuela de Salud Pública de Harvard descubrió que el riesgo cardiovascular proviene de las carnes procesadas, tales como salchichas y embutidos.

De hecho, la carne roja es una excelente fuente de hierro y zinc, dos nutrientes importantes para el organismo. Además, la carne de vacuno contiene altas concentraciones de ácido linoleico conjugado, un tipo de grasa que puede disminuir el riesgo de cáncer y ayudar a reducir la grasa corporal.

Leslie J. Bonci, directora de nutrición en la University of Pittsburgh’s Center for Sports Medicine recomienda elegir cortes delgados y no más grandes que el tamaño de iPhone.

4. Mantener un Índice de Masa Corporal entre 18,5 y 24,9. El Índice de Masa Corporal (IMC) es una proporción entre el peso y la estatura, regularmente usado como una herramienta para diagnosticar sobrepeso u obesidad. Sin embargo, algunos críticos señalan que el IMC ignora la masa muscular y la circunferencia de la cadera de una persona. “La gente viene en diferentes tamaños y formas”, afirma Joanne Ikeda, especialista en nutrición de la Universidad de California.

“La idea de que todo el mundo debería tener menos de 25 de IMC, es ridículo”, dice la experta y explica que una persona puede tener un IMC alto y seguir siendo sana. Ikeda aconseja a sus pacientes dejar de obsesionarse con su Índice de Masa Corporal, llevar una dieta saludable, y ejercitarse, porque con eso es suficiente.