El yerno del Rey de España, Iñaki Urdangarin, empresario y ex deportista, en el centro de un escándalo sin precedentes, declara el domingo por segundo día consecutivo ante un juez de Mallorca, Islas Baleares, en el marco de una investigación sobre corrupción.

Urdangarin, antiguo medallista olímpico de balonmano, apareció ante las cámaras que le esperaban a la entrada del tribunal más sereno que el sábado, y no hizo declaraciones.

Viene “con coraje, con tesón, con ganas de poder explicar”, afirmó su abogado, Mario Pascual Vives.

La víspera, bajo los abucheos de unos 200 manifestantes, el duque de Palma aseguró, querer “demostrar su inocencia”.

Casado en 1997 con la infanta Cristina, la hija menor del rey Juan Carlos y de la reina Sofía, el duque de Palma, de 44 años, está acusado, junto con otros socios, de haber desviado fondos públicos para la organización de acontecimientos deportivos.

A lo largo del sábado, el duque de Palma respondió a las preguntas del juez de instrucción José Castro, quien le interroga sobre el destino de fondos públicos entregados al Instituto Nóos, una organización sin fines de lucro que presidió entre 2005 y 2006, y sobre la contabilidad de otras empresas a su nombre.

El interrogatorio del sábado duró nueve horas.

Ante el magistrado, Urdangarin negó cualquier implicación en la trama de la infanta Cristina, copropietaria con él de una de las empresas citadas en el caso, según su abogado.

Es la primera vez que una investigación de este tipo salpica al entorno del rey Juan Carlos, muy respetado por haber guiado a España hacia la democracia tras la muerte del dictador Francisco Franco en 1975.

Un amplia mayoría de españoles (61,1%) piensa que el duque es culpable, según un sondeo difundido el sábado por el canal de televisión Telecinco.

Y más de cuatro de cada diez personas preguntadas (43,7%) estiman que el escándalo pone en peligro la supervivencia de la monarquía en España, cuando se perfila la transición entre el rey Juan Carlos, de 74 años, y el príncipe heredero Felipe.

Junto a varios asociados, el duque de Palma es sospechoso de haber desviado el dinero entregado por las autoridades regionales de Baleares y de Valencia al Instituto Nóos para organizar eventos deportivos.

La investigación está en fase de instrucción. Esta podría durar varios meses, al término de los cuales el juez decidirá si ha lugar o no a abrir un juicio