Un nuevo escándalo sobre el cambio climático se desató en Estados Unidos luego de que salieran a la luz documentos que muestran que grupos de derecha financiaron una campaña para influenciar la manera en que se enseña la ciencia del clima en las escuelas.

Documentos sobre la estrategia y el presupuesto interno del Heartland Institute, una organización sin fines lucro con sede en Chicago (Illinois, centro-norte), fueron revelados la semana pasada, mostrando que 200.000 dólares serán gastados en un “proyecto sobre calentamiento global”.

El proyecto preconizaría que “el hecho de que los humanos están cambiando el clima es una controversia científica” y que es igualmente “controvertida la confiablilidad” de los modelos climatológicos, según los documentos.

También se mencionan cientos de miles de dólares en donaciones provenientes de la industria e intereses en combustibles fósiles, un donante anónimo que dio 1,25 millones de dólares y una gratificación de 300.000 dólares para el grupo de científicos que refute los hallazgos de la ONU sobre el cambio climático.

El Heartland Institute dijo que uno de los documentos filtrados era falso, pero no comentó los otros y se negó a responder las solicitudes de entrevista de la AFP.

El escándalo cobró nuevas dimensiones el miércoles, cuando un congresista pidió que se realice una audiencia para determinar si uno de los científicos que se menciona en los documentos -un empleado del Departamento del Interior de Estados Unidos- recibió indebidas remuneraciones de parte del Heartland Institute para negar el cambio climático.

Según los documentos, Indur Goklany, director asistente en la sección de políticas de proyectos, ciencia y tecnología en el Departamento del Interior, recibió 1.000 dólares mensuales para escribir artículos sobre economía y política para el Heartland Institute.

Se supone que los textos aparecerían en un libro del Panel Internacional No Gubernamental sobre el Cambio Climático (NIPCC, por su sigla en inglés), un grupo internacional de científicos que critica los reportes de Naciones Unidas sobre el tema.

Un congresista demócrata de Arizona (sur), Raul Grijalva, solicitó una audiencia del pleno del Comité de Recursos Naturales, mencionando que no es claro si Goklany recibió pagos -lo que es ilegal para los empleados federales- y si otros científicos gubernamentales están involucrados.

“Nuestro Comité tiene la obligación de responder a esas interrogantes”, escribió Grijalva, cuya propuesta de audiencia debe ser aprobada por sus pares.

David Wojick, otro contratista gubernamental del Departamento de Energía (DOE), podría ser investigado por sus presuntos nexos con el grupo, luego de que los documentos mostraran que recibiría 25.000 dólares trimestrales por redactar nuevos programas escolares.

En los documentos, Wojick es mencionado como “consultor principal en innovación” de la sección de Información sobre Ciencia y Tecnología del DOE.

La filial estadounidense de la ONG Greenpeace mandó una serie de cartas al gobierno, solicitando una investigación urgente para determinar si los documentos revelan pagos ilegales a científicos federales y en consecuencia un conflicto de intereses.

Los documentos mostraron que el Heartland Institute, fundado en 1984, lleva a cabo “una campaña multimillonaria, que abarca varios años, para sembrar la confusión sobre el cambio climático y sobre la ciencia que estudia el cambio climático”, dijo a la AFP Kert Davies, director de investigación de la filial estadounidense de Greenpeace.

Peter Gleick, un prominente científico del cambio climático, se infiltró en el Heartland Institute para obtener los documentos y es acusado de haberlo hecho en forma fraudulenta.