El nuevo presidente de Guatemala, Otto Pérez, declaró este lunes estado de “calamidad pública” en el sistema de salud del país para combatir la desnutrición que afecta al 50% de los niños menores de cinco años y la mortalidad materna.
“Vengo aquí no a declarar emergencia nacional, sino el estado de calamidad pública del sistema de salud”, expresó el mandatario, quien decretó la medida por un tiempo indefinido.
La medida, la primera desde que asumió el cargo el pasado sábado en sustitución del socialdemócrata Álvaro Colom, la oficializó durante una visita al Hospital General San Juan de Dios, en el centro de la capital, el más grande de este país centroamericano.
Según el nuevo mandatario, el sistema de salud guatemalteco está en “pésimas condiciones” y algunos de los 943 puestos de salud que visitó durante su campaña electoral ni siquiera tenían agua potable y energía eléctrica para atender a los pacientes.
En el país, además de los 47 hospitales públicos, existen 1.084 puestos y centros de salud y se estima que la mitad no funciona ni tiene medicamentos ni equipos.
“Le he pedido al ministro de Salud (Francisco Arredondo) y a su equipo que tomen las medidas para que se pueda salir de esta calamidad”, expresó.
Arredondo afirmó la semana pasada que en los cuatro años de gobierno de Pérez se pretende reducir la desnutrición en un 10%.
Otro flagelo que enfrentan los guatemaltecos es la mortalidad materna, situada en 137,9 por cada 100.000 embarazos, sin embargo Pérez pretende reducirla en un 50%.