Una serie de recomendaciones para que el calor del verano no afecte al organismo, entregó la enfermera y docente de la Facultad de Enfermería de la Universidad San Sebastián, Constanza Lizama, quien aclara que no existe una regla para establecer cuánto volumen de agua se debe ingerir en los días de mayor temperatura.

“Las personas sanas poseen un sistema de termorregulación que les permite mantener la temperatura corporal en rangos normales, es decir entre los 36°C y 37°C. El organismo al estar expuesto a altas temperaturas, como ocurre en la época de verano, suda e instintivamente siente sed de forma proporcional a la perdida de agua que se genera ya sea por el sudor o respiración”, afirma Lizama.

La especialista explicó que “no existe una regla para establecer cuánto volumen de agua debemos ingerir, pero sí es muy importante estar atentos a lo que el organismo indica. De esta forma habrá una sensación de mayor comodidad y será menos desagradable la percepción de las altas temperaturas”.

Sin embargo, Lizama, afirma que “debemos tener especial precaución con los lactantes menores (niños menores de un año) y específicamente con los recién nacidos (primeros 28 días de vida), en los cuáles el sistema de termorregulación se encuentra en desarrollo y, por lo tanto, pueden sufrir alteración de su temperatura corporal al ser expuestos a altas temperaturas”.

Igualmente la académica de la Facultad de Enfermería de la Universidad San Sebastián afirma que “también es recomendable que los adultos mayores y personas con enfermedades infecciosas con fiebre, no se expongan al calor. En el caso de adultos mayores, esto es debido a que el sistema de termorregulación esta desgastado por el avance propio de la edad y las personas con enfermedades infecciosas poseen un sistema que se encuentra alterado”.

La docente de Enfermería de la USS sostiene que además la hidratación existen otras recomendaciones para sobreponerse y evitar complicaciones producto de las altas temperaturas.

Asimismo llamó a no exponer al sol a niños menores de dos años, en tanto en niños mayores de dos años, recomienda aplicar pantalla solar factor 30, media hora antes que vayan a ser expuestos a la luz solar, y usar gorro.

Para los adultos también es recomendable el uso de pantalla solar que oscile entre el factor 15 y 30, dependiendo de si la tez es más bien morena o muy blanca.

Lizama explica que “consumir alimentos con alto porcentaje de agua, como los son las verduras verdes, lechuga, acelga, espinaca, entre otras. Así como también las frutas de estación como la sandía, uva, melón, duraznos, entre otras” ayuda a la hidratación del cuerpo.