Las autoridades británicas de Salud anunciaron el viernes que el gobierno del Reino Unido no recomendará a unas 42.000 mujeres que usan implantes mamarios producidos por la firma francesa PIP a que se sometan a una operación de remoción, en contradicción con la posición francesa.
Esta misma jornada, el ministerio francés de la Salud recomendó que las mujeres que se hayan colocado prótesis de la empresa PIP debían retirarlas, aun cuando no haya pruebas de aumento del riesgo de cáncer, ya que esos implantes podían romperse.
El ministro de salud, Andrew Lansley, dijo a la red de televisión BBC que las autoridades médicas británicas “no tenían evidencias de una relación de esas prótesis con casos de cáncer”.
“No tenemos evidencia de la toxicidad, ni tenemos evidencia de una diferencia sustancial en términos de rupturas de esos implantes con relación a otros”, dijo.
En tanto, Sally Davis, del servicio de salud pública, apuntó que “aunque respetamos la decisión del gobierno británico, ningún otro país tomará pasos semejantes porque no tenemos evidencia para sostener una determinación así”.
“Por esa razón, y porque la remoción de implantes también representa riesgos, no recomendamos esa operación ahora”.
El gobierno francés insistió en que no se trataba de una urgencia, pero recomendó a unas 30.000 mujeres que usan implantes de PIP a que se sometan a la cirugía de remoción.