Juan Carlos Garrido, destituido la noche del miércoles como entrenador del Villarreal tras quedar eliminado su equipo de la Copa del Rey, asumió el jueves su despido “porque el equipo ha sido desastroso y vergonzoso”.

Garrido dijo que fue el presidente del club, Fernando Roig, quien le anunció la noticia al acabar el partido ante el Mirandés, un equipo de segunda división que derrotó al Villarreal 2-0.

“Asumo mi destitución porque el equipo ha sido desastroso y vergonzoso y es impresentable la forma como hemos caído ante el Mirandés”, indicó en la página web oficial del club.

Villarreal está en el puesto 17 en la Liga española.

Tras admitir que se trataba de una destitución “que esperaba”, Garrido dijo que se marchaba “muy agradecido y aceptando la situación” y añadió que tratará “de salir reforzado de esta situación para ser mejor entrenador en el futuro”.

“Siempre que hace un año muy bueno el siguiente es muy exigente”, se justificó el técnico y “por ello, esta temporada ha sido muy complicada, aunque está claro que hemos fallado”.

Tras volver a asumir su “responsabilidad como conductor del grupo” y admitir que “no ha sido una sorpresa que esto acabara así, es algo que se veía venir por cómo estaban las cosas”, dijo que “este ha sido desde el principio un año muy complicado y lo hemos pagado a lo largo de todo el ejercicio, con contratiempos como lesiones y demás”.

“No creo que “los jugadores hayan forzado mi marcha, les he visto muy tocados”, concluyó Garrido.