La presidenta de Argentina, Cristina Fernández, calificó este miércoles como “un brillante economista y un militante incansable” a Iván Heyne, exsubsecretario de Comercio Exterior que apareció muerto el martes en Montevideo, donde participaba de la cumbre del Mercosur.
“Ayer tuve un día muy especial y muy difícil”, afirmó Fernández en relación a la cumbre de presidentes del Mercosur, confesando que cuando le comunicaron la noticia sintió que se “quedaba sin aire”. Lo sentía “como un hijo, como siento al resto de los jóvenes militantes”, explicó.
Emocionada, la mandataria recordó al funcionario, de 33 años, en un largo tramo del discurso que pronunció por cadena nacional desde una delegación de la seguridad social en Lomas de Zamora.
Fernández se enteró del fallecimiento en una reunión con presidentes a puerta cerrada y tuvo que ser atendida por su médico tras sufrir una crisis de nervios, dijo una fuente de la Presidencia uruguaya en Montevideo.
Los restos del funcionario serán velados este miércoles en una casa funeraria del barrio capitalino de Belgrano, con la presencia de numerosos funcionarios, militantes, familiares y amigos.
Heyn fue encontrado muerto en una habitación del hotel Radisson. El fallecimiento sobrevino aparentemente por ahorcamiento con un cinturón. El cuerpo no presentaba signos de violencia.
“Aún no se puede determinar si fue suicidio o algún otro tipo de tipificación”, dijo José Luis Rondán, jefe de Relaciones Públicas de la Jefatura de la Policía de Montevideo.
“Heyn era un brillante economista, un militante incansable”, resumió la jefa de Estado en su discurso, y recordó que venía de una familia acomodada que perdió su fortuna cuando la fábrica del padre quebró a raíz de la crisis de fines de 2001 y 2002.
Por entonces, la familia emigró a España, pero Iván decidió quedarse en Buenos Aires.
Heyn era un promisorio economista y dirigente de La Cámpora, una agrupación juvenil peronista de creciente influencia en el gobierno de Fernández.