La liberiana Ellen Johnson Sirleaf, la primera mujer electa democráticamente presidenta de un país africano, galardonada con el Premio Nobel de la Paz, admitió al sábado que quisiera ver un día a una mujer ocupar la Casa Blanca, en Washington.

“Nos encantaría ver que Estados Unidos sigue nuestro ejemplo un día para tener una mujer presidenta”, dijo Sirleaf durante una entrevista a la AFP antes de la ceremonia en Oslo durante la cual recibirá el Premio Nobel de la Paz.

“No sé cuándo ocurrirá eso y no sé quien será, pero sé que es algo que nos gustaría ver”, comentó.

Sirleaf, de 73 años, electa presidenta de Liberia en 2005 y reelecta para un segundo mandato el mes pasado, compartirá el Premio Nobel de la Paz con su compatriota la “guerrera por la paz” Leymah Gbowee y la periodista yemenita Tawakkol Karman, una de las figuras centrales de la “primavera árabe”.

El premio fue atribuido a estas tres mujeres (en un triplete histórico) “por su lucha no violenta en favor de la seguridad de las mujeres y sus derechos de participar en procesos de paz”.

Al analizar qué países podrían llegar a tener una mujer presidenta, Sirleaf comentó que “hay varios que podrían conseguirlo: Nigeria, Sudáfrica, Ruanda y muchos otros que, pienso, poseen líderes femeninas muy fuertes”.

El Premio Nobel consiste en una medalla de oro, un diploma y un cheque de 10 millones de coronas suecas (aproximadamente un millón de euros), que las tres laureadas dividirán en partes iguales.