La mayoría de los italianos acepta el severo plan de ajuste contra la crisis económica diseñado por el gobierno de Mario Monti, pese a que el 70% considera “no equitativas” o injustas las medidas, según un sondeo divulgado este martes por el diario La Repubblica.

Para los italianos se trata de un “trago amargo, que no gusta pero que contiene la medicina que podría curar al enfermo, por lo cual es mejor ingerirlo”, sostiene el diario en la página www.repubblica.it.

Sólo el 19% de las personas interrogadas considera “equitativo” el plan y 11% no se pronuncia sobre las medidas para ahorrar 20.000 millones de euros y que incluye un endurecimiento del sistema de jubilaciones y pensiones, ya que se retrasará gradualmente la edad de jubilación para hombres y mujeres y también el año necesario para obtener una pensión por vejez.

La mayoría de los votantes de los dos principales partidos, el Pueblo de la Libertad de Silvio Berlusconi, y el Partido Democrático, dan una opinión negativa de las medidas, un 70 y un 63 por ciento respectivamente.

Para el 45% de los italianos el plan servirá para enderezar las cuentas del Estado, mientras el 41% aprueba las medidas para evitar la evasión fiscal y el lavado de dinero, que limitan entre otras a 1.000 euros el pago en efectivo de toda operación comercial.

El 31% de los consultados considera en cambio tímida la reducción de los gastos públicos y de los costos para mantener a la clase política, una exigencia de la opinión pública escandalizada por la denuncia diaria de abusos, despilfarro y privilegios.

Monti explicó el lunes que es tarea del Parlamento reducir el número de congresistas, que suma casi mil, así como sus jugosas remuneraciones, entre las más altas de Europa, por lo que no ha tocado ese asunto.

Las medidas para reactivar el crecimiento económico (reducción fiscal para las empresas que contratan jóvenes y mujeres, ayuda a la investigación y fomento de obras públicas) no convencen al 26% de los interpelados.

El 48% teme que el plan de ajuste no sea suficiente para “salvar” a Italia de los ataques de la especulación y sólo el 21% cree que será eficaz.

Cuando se examina medida por medida, el juicio suele cambiar. Es el caso del nuevo impuesto a los bienes de lujo (coches de alta cilindrada, yates, aviones privados), que afecta a los más ricos, aprobado por el 90% de los consultados.

Todo el paquete de medidas sobre las pensiones no alcanza un consenso del 40%, así como la introducción de un impuesto sobre el consumo a la gasolina y el diesel, rechazado por nada menos que el 85% de los consultados.