El Consejo de Seguridad de la ONU se sumó el viernes a la caza de misiles tierra-aire y otras armas escondidas en el marco de los recientes combates en Libia, y aprobó por unanimidad una resolución que renueva por tres meses el mandato de la Misión de asistencia de la entidad en ese país (MANUL).

Por unanimidad, con el voto de sus 15 miembros, el Consejo dio luz verde a la resolución que amplía el mandato de la MANUL, que principalmente ha dado apoyo político al gobierno de transición de Libia tras la caída y muerte de Muamar Gadhafi.

A fines de octubre el Consejo de Seguridad había adoptado una resolución que instaba a Libia y a los países vecinos a acabar con la proliferación en la región de las armas acumuladas por Muamar Gadafi, en especial los misiles tierra-aire de corto alcance.

Los países vecinos de Libia ya expresaron preocupación de que las armas y municiones que pertenecieron a las fuerzas de Gadafi podrían caer en manos de grupos radicales.

El enviado de la ONU para Libia, Ian Martin, dijo esta semana que aún no se pudo conformar “un cuadro confiable” de todos los depósitos de armas y las cifras existentes.

La resolución sostuvo además que la misión ayudará a los “esfuerzos libios nacionales a conducir las amenazas de proliferación de todas las armas y material relacionado de todo tipo, en particular los lanza misiles portátiles”.