El próximo presidente del gobierno español, el conservador Mariano Rajoy, urgió el jueves a los ejecutivos regionales de España, fuertemente endeudados, al rigor presupuestario para cumplir el compromiso del país de reducir el déficit público.

El futuro presidente del gobierno, que asumirá el cargo el 21 de diciembre, se reunió con los 11 presidentes regionales (de las 17 Comunidades Autónomas que forman el país) surgidos de las filas de su formación, explicó Javier Arenas, responsable de política regional del Partido Popular (PP) de Rajoy.

Arenas señaló “los cuatros acuerdos de la reunión del día de hoy”, centrados en “déficit, eliminación de duplicidades, mayor eficiencia de los servicios públicos y ley de diciplina presupuestaria, de techo de gastos, para todas las Comunidades Autónomas” (regiones)”.

Unas horas antes, el coordinador de política regional y local del PP, Juan Manuel Moreno, había anunciado que el próximo gobierno acordará un plazo de “unos diez años” a los gobiernos regionales para que reembolsen la deuda que tienen con el Estado español.

“Este asunto no ha sido abordado en el día de hoy”, afirmó sin embargo Arenas.

La salud financiera de las regiones, que acumulan una elevada deuda pública desde el estallido de la burbuja inmobiliaria en 2008, es una fuente recurrente de preocupación en los mercados.

Las regiones deben además más de 23.000 millones de euros (más de 30.000 millones de dólares) al Estado, que les transfirió esta cantidad adicional entre las sumas destinadas a financiar las competencias regionales, que incluyen educación y salud pública, entre otras.

Las Comunidades Autónomas había solicitado este verano poder devolver el dinero en 10 años, en lugar de los cinco previstos.

Las regiones “no tienen tesorería, por lo tanto hay que facilitarles esta tesorería, sin que se endeuden ni un solo euro más”, afirmó Moreno en declaraciones al canal público TVE.

Las regiones lograron reducir su déficit acumulado a 1,19% del PIB a finales de septiembre, gracias a fuertes curas de austeridad, pero siguen teniendo dificultades para pagar a sus proveedores.

La federación de farmacias españolas calculó que las regiones le deberán 1.930 millones de euros a finales de 2011.