La explosión de un depósito de municiones de los Guardianes de la Revolución el sábado 12 de noviembre en la periferia de Teherán causó al menos 36 muertos, según diferentes balances parciales publicados por la prensa iraní con nombres de víctimas y compilados por la AFP.

El balance oficial de víctimas de esta explosión, presentada como accidental, es hasta ahora de 17 muertos, entre ellos un alto funcionario del programa balístico iraní, y 23 heridos graves.

La explosión, sumamente violenta, se produjo en una base de los Guardianes de la Revolución en Bidganeh (suburbio del suroeste de Teherán) durante un “desplazamiento de municiones”, según las autoridades.

Entre los muertos figura el general Hassan Moghadam, encargado de los programas de armamento de los Guardianes de la Revolución y fundador de sus fuerzas balísticas.