El general Martin Dempsey asumió el viernes como jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas estadounidenses en sustitución de Mike Mullen, quien le advirtió al traspasarle el cargo que no habrá una solución al conflicto de Afganistán sin la cooperación de Pakistán.

“La visión estratégica de Marty (Dempsey) es la adecuada para este momento de transición”, afirmó el secretario de Defensa, Leon Panetta, durante la ceremonia de traspaso del mando, celebrada en Fort Myers, en el estado de Virginia.

Dempsey, un descendiente de irlandeses de 59 años, que tanto enseñó literatura en la prestigiosa academia militar de West Point como comandó la primera división acorazada en la última Guerra de Irak durante 2003 y 2004, y es plenamente consciente de la fatiga de las fuerzas tras varios años de guerra.

Entre sus nuevas funciones, sus dos años de servicio en Irak le ayudarán a aconsejar al presidente estadounidense, Barack Obama, en momentos en que Estados Unidos pretende terminar su misión en Afganistán y retirar a más de 100.000 soldados desplegados en ese país.

En este sentido, Mullen explicó a su sucesor durante la ceremonia de traspaso que “su mayor desafío va a ser Afganistán” y que “no hay solución en la región sin Pakistán y no hay un futuro estable en la región sin la cooperación” con ese país.

“Le pido a Marty que recuerde la importancia de Pakistán en todo esto, para hacer un mejor trabajo que el que yo hice con esa irritante y a la vez vital relación”, remarcó.

Durante su mandato de dos años, Dempsey deberá desmarcarse del almirante Mullen, que consideraba los recortes presupuestarios en Defensa como “una amenaza contra la seguridad nacional”.

Si bien dice ser consciente de las restricciones presupuestarias que le esperan al Pentágono, el nuevo jefe del Estado Mayor Conjunto declaró durante su audiencia de confirmación ante el Senado que Estados Unidos deben mantener fuertes gastos en defensa para mantener su dominio militar mundial.